Con el dolor de sumar 849 muertos por Covid-19 en las últimas 24 horas, España registra este martes la cifra diaria más alta de fallecimientos desde que se detectó aquí el primer caso de coronavirus, a fines de enero.
Desde entonces, murieron más de 8.100 personas infectadas y los contagiados, hasta este martes, rondaban los 95.000, de los cuales, más de 9.000 se sumaron entre el lunes y el martes.
La Comunidad de Madrid, de luto oficial desde esta semana, es la autonomía más agobiada por la epidemia: registra más de 27.500 contagios y llora a 3.600 de sus vecinos que murieron por la enfermedad.
Por ellos, las banderas ondean a media asta en los edificios púbicos y cada mediodía, a las 12 en punto, un minuto de silencio los recuerda.
En las últimas 24 horas, el Covid-19 se cobró 211 vidas más en esta comunidad donde las residencias para mayores viven a diario, como en otras autonomías golpeadas por altos índices de contagios, un infierno.
Casi el 40 por ciento de las personas que murieron por coronavirus en Madrid eran abuelas o abuelos que vivían en residencias.
“El Ejército ha podido ver ancianos, mayores, absolutamente abandonados cuando no muertos en sus camas”, declaró hace unos días la ministra de Defensa, Margarita Robles.
“Cuando algunas de nuestras unidades militares han acudido a varias residencias para proceder a su desinfección, se han encontrado con algunas personas fallecidas, hecho que se ha puesto en conocimiento de la Fiscalía”, confesó entonces el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Miguel Villarroya.
En la Comunidad de Madrid hay unas 500 residencias para abuelos, entre públicas y privadas, algunas de las cuales están desbordadas ante la falta de personal, de tests para controlar qué porcentaje de ancianos está infectado y de recursos para tratar a los contagiados.