Los decesos por el coronavirus superaron este domingo los 33.000 en todo el mundo, de los cuales más de la mitad tuvieron lugar en Italia y España. Sin embargo, las cifras en dichos países muestran una tendencia decreciente que genera esperanza.
En las últimas 24 horas 838 personas murieron en España, con lo que el total de fallecidos supera los 6.500 de los más de 78.000 infectados diagnosticados, aunque el número real sería mucho mayor.
Aunque el balance diario siga siendo desolador, desde el miércoles, el crecimiento de fallecidos se desacelera pasando del 27% más en un día al 14,7% del domingo.
“La evolución parece que se ha estabilizado, parece que incluso está empezado a descender”, dijo Fernando Simón, director del centro de emergencias sanitarias, dependiente del ministerio de Sanidad.
El gobierno de Pedro Sánchez endureció el confinamiento impuesto el 14 de marzo y a partir del lunes y por dos semanas se detendrán todas las actividades no esenciales.
Al igual que en España, en Italia, el país con más fallecidos (10.779 y 97.689 infectados), también la progresión seguía desacelerándose tímidamente este domingo, por tercer día consecutivo.
“Desgraciadamente hoy registramos 756 nuevos decesos”, anunció el jefe de Protección Civil Angelo Borreli, y 13.030 personas curadas.
Las autoridades italianas se aferran al descenso de casos positivos y al de nuevos hospitalizados para pensar que se está doblegando la curva. En las últimas 24 horas hubo 5.217 nuevos casos, un alza en desaceleración de 5,6% menos, que se suman a las del 6,9% y el 7,4% del sábado y del viernes.
“En todos los servicios de urgencias se ha reducido” la llegada de pacientes, afirmó Giulio Gallera, jefe de salud de Lombardía, la región más golpeada.
Este domingo, el Papa se unió a la ONU y pidió una tregua inmediata en todos los conflictos del mundo para proteger a los civiles más vulnerables ante la pandemia.
Desde el comienzo se contabilizaron más de 697.000 casos de contagio en 183 países o territorios. En este momento, se calcula que más de 3.300 millones de personas en todo el mundo están confinadas.