El gobierno estima que serán millones los casos de contagio. Nueva York y otras ciudades se quedarán sin respiradores artificiales en los próximos días.
Estados Unidos debe prepararse para “millones de casos” de infectados por coronavirus y “entre 100.000 y 200.000 muertos”, afirmó este domingo Anthony Fauci, el mayor experto estadounidense en enfermedades infecciosas, en una entrevista con la emisora CNN, subrayando de todos modos que es difícil hacer previsiones porque es un “blanco en movimiento”.
“Según lo que vemos ahora, diría que podría haber entre 100.000 y 200.000 muertos” por coronavirus, dijo Fauci subrayando que se temen “millones de casos”.
Nueva York, Nueva Orleans y otras grandes ciudades anticiparon, en tanto, que se quedarán sin respiradores artificiales y otros suministros médicos en unos días, mientras Estados Unidos lidia con el mayor número de casos de coronavirus en el mundo.
La ciudad de Nueva York necesitará cientos de respiradores más en unos pocos días y más máscaras, batas y otros suministros para el 5 de abril, dijo el alcalde Bill de Blasio tambièn a la CNN el domingo.
Nueva Orleans se quedará sin respiradores médicos cerca del 4 de abril y los funcionarios del estado de Luisiana aún no saben si recibirán alguno de una reserva nacional, dijo el gobernador John Edwards.
“Todavía no fuimos aprobados para los respiradores de la reserva nacional. Sigo presionando y espero que nos den una parte de lo que queda”, dijo. “Es lo único que realmente me quita el sueño”.
La escasez de respiradores en varias ciudades se agravó cuando el recuento de muertes en Estados Unidos superó las 2.100 el sábado, más del doble que hace dos días.
En el país hay más de 123.000 casos de coronavirus, la mayor cantidad entre todos los países del mundo.
El sábado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos pidió a los residentes de Nueva York, Connecticut y Nueva Jersey que se abstengan de salir para asuntos no esenciales durante 14 días.
Desde que el virus apareció por primera vez en Estados Unidos, a fines de enero, el presidente Donald Trump ha vacilado entre minimizar los riesgos de la infección e instar a los estadounidenses a tomar medidas para frenar su propagación.