La feroz pelea comenzó cuando, durante el horario de visitas, arrojaron desde afuera dos teléfonos celulares y algunos presos que se encontraban de recreo en la cancha de fútbol ingresaron al pabellón y se enfrentaron entre ellos. Los familiares de los internos estaban presentes cuando se desató la batalla campal, incluso, una mujer fue asistida porque su presión subió de manera anormal ante la pelea de los presos.
Los centinelas observaron cuando arrojaron los teléfonos e inmediatamente dieron aviso de alarma pero no pudieron evitar la batalla campal. No descartan que la pelea haya sido producto de este hecho, ya sea por tratar de tener los aparatos o para armar una cortina de humo y tratar de que no queden en manos de las autoridades. Tres heridos fueron trasladados al hospital Centenario para sutura y mejor control. Además, las autoridades ordenaron una requisa celda por celda para saber si hay más damnificados.