El pasado miércoles Alan Andrés Piedad, de 23 años, fue desde la casa de su abuelo materno con el que reside hasta el comercio de su madre ubicado entre los bulevares Díaz Vélez y 12 de Octubre a llevarle una bicicleta porque quería llevarla a emparchar una de las ruedas; ella se la pidió temprano pero se demoró en otros trámites.
Eran entre las 8 y 8.30 de la mañana, mientras esperaba que llegara Alan decidió pasarse a la vereda de enfrente, sobre la escuela Padre Rolando, y se instaló a tomar sol, con el torso desnudo. Su relajación se vio interrumpida cuando desde una camioneta policial bajaron tres efectivos de la Comisaría tercera y empezaron a interrogarlo: -¿Qué hacés ahí? -Estoy tomando sol -¿Sabés lo que es una playa?, acá es una escuela, no se puede estar sin remeras. Sintió que lo estaban molestando y decidió no responderles, los ignoró durante unos minutos. Esa actitud molestó a los policías por lo que acto seguido lo levantaron, esposaron y empezaron a golpearlo. Una mujer que estaba viéndolo todo empezó a filmar “mirá como le pegan, ¡no estaba haciendo nada!, ¡es enfermo! ¡vengan a filmar!” reclamó a otros vecinos del lugar.
Los videos dan fe a lo relatado por Graciela López, madre de Alan Piedad, al periodista que redactó esta publicación. Lo primero que tuvo necesidad de aclarar Graciela es que su hijo “es un chico sano, no bebe, hace deportes, estudia tercer año de Medicina en la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNER, solo tiene un problemita que lo hace por decirlo ‘especial’, es como algo de autismo leve, no sé bien definirlo porque eso se dio más de grande, le gusta andar descalzo y sin remeras en el barrio, pero de todas maneras lleva una vida muy normal, cuando va a otro lado se viste normal ya sea al supermercado o a la facultad”.
Alan fue llevado a la Comisaría Primera donde lo dejaron detenido y según le dijeron “estaba incomunicado por 24 horas”. Ella pidió asesoramiento con su abogado Cristian Baldunciel quien pidió informes a la Fiscalía y le dijeron que no estaba incomunicado. Indignada contó que en la Comisaría Primera la trataron mal “uno me cerró la ventana en la cara, ahí por adonde atienden, otro se me rió y se metió para adentro”, además reclamó que la mayoría de los policías no tienen identificación “yo les quería ver el nombre y no los tienen en el uniforme”. Consultada si su hijo pudo reconocer a los policías que lo detuvieron y golpearon indicó que «sólo pudo ver a uno que decía Fernández, se ve que fue lo que pudo leer, era gordito».
Además señaló que en la camioneta policial se llevaron la bicicleta, “la andan paseando por los bulevares. Y ya anduvieron por esta zona de nuevo buscando testigos para ellos, seguro que para que mientan” advirtió. Las imágenes reflejan la violencia con la que fue tratado por los policías, los moretones son la marca de ese maltrato. Aunque los familiares aclararon que solo lo golpearon en la detención, no en la Comisaría. El padre de Alan, Pablo Guillermo Piedad, habló y mostró su indignación con el comportamiento de los demás medios, “lo primero que vemos es el (supuesto) buen accionar de la Policía deteniendo a un sujeto en tentativa de no sé de qué. Ellos dicen que ‘sin intermediar palabras agrede a la Policía’, y en el primer video se ve que no hay ninguna reacción de parte de él”. También apuntó contra la Fiscal Auxiliar en turno, María Becker, “dijo que tenía lesiones leves, ¿en que se basa para decir eso si no le hicieron un estudio completo?, él está golpeado por dentro también. Solo tiene los informes de los médicos de la Policía que avalan que actuaron bien”, y luego siguió “la policía debería cuidarnos, pero se ve que les enseñan a pegar”. Fuente Miércoles