Viajar con nuestro animal trae muchas más alegrías que inconvenientes. Compartir con él una de las mejores épocas del año también fortalece ese vínculo, provocando un montón de momentos entrañables.
Cada vez son más las familias que a la hora de irse de vacaciones, no dudan que su perro les acompañará. Ahora, por suerte, hay muchas más opciones de alojamiento para estos casos, e incluso hay portales especializados que ofrecen gran cantidad de posibilidades de alojamiento, desde hoteles a apartamentos, campings, casas rurales.
Antes de llegar al destino vacacional, tenemos que programar el viaje con nuestra mascota y debemos tomar ciertas precauciones para que el trayecto sea tan cómodo para la familia, como para el animal. Algunos consejos prácticos sobre el antes, durante y llegar al lugar de vacaciones, se ensayan a continuación:
Es más que recomendable la visita al veterinario antes de iniciar un viaje con nuestro perro el cual le hará un chequeo. Se le informará sobre las vacunas obligatorias en el lugar hacia donde viaja y el facultativo preparará un certificado de buena salud, como así también el implante de un chip que se torna casi obligatorio al cruzar la frontera. No está de más que los dueños se lleven un botiquín con algunos medicamentos básicos para el perro como por ejemplo: una solución para limpiar los oídos del perro, una pomada antiinflamatoria, un antidiarreico, un analgésicos y antiinflamatorios, gasas, agua oxigenada y productos antiparasitarios. También es importante y ser precavidos y por ende tener el contacto de algún veterinario del lugar donde vacacionemos. Si algo pasara es bueno tener tal la información.
Se debe intentar evitar el cambio de dieta habitual durante el viaje, para no provocar indigestiones y trastornos gastrointestinales. Es probable que en el lugar de destino no se encuentre la misma dieta que consume el perro en su hogar, por lo que la recomendación es llevarse consigo un pack pequeño adecuado para el viaje de la dieta habitual, o bien, una pequeña cantidad de su alimento.
Ya en el auto hay que tomar pequeñas medidas de seguridad en función del tipo de perro que viaje con la familia. Desde transportines y arneses de fijación hasta redes o rejas de separación. Existen multitud de maneras de mantener a nuestra mascota segura en el viaje. Si son animales pequeños, se puede usar incluso su bolsa de viaje. Sea cual sea la elección, hay que asegurarse que el perro está protegido en caso de frenar en forma abrupta. Durante el trayecto es necesaria su hidratación cada vez que se haga una parada (cada 2 horas) y que coma cuando se haya llegado a destino.
El perro es un animal de costumbres y al llegar a vuestro destino vacacional, se enfrenta a un entorno totalmente nuevo para él. Eso puede hacer que en un inicio lo encuentres tímido, inseguro e incluso algo irascible. Es fundamental que el perro esté identificado o con tal microchip o con una chapa identificadora con los datos de su amo.
Para que el animal no extrañe su hogar, es recomendable que lleve consigo alguno de sus juguetes y sus snacks habituales. Así será más fácil que esté tranquilo en la habitación si los dueños deciden salir sin él.
Muchas familias, ante la imposibilidad de viajar con su perro, deciden llevarlo a una guardería. En este caso, es recomendable que antes de dejar al animal definitivamente, vayan previamente con él a visitar tal lugar para que empiece a familiarizarse con el entorno. Los perros son seres rutinarios y los cambios les afectan más de lo que cabría pensar. Por supuesto, es más que recomendable que dejemos a nuestra mascota perfectamente identificada, con sus vacunas al día y, en caso de que sea necesario, alertemos a los cuidadores sobre alimentación específica o posible alergia.
Si somos conscientes de lo leído diríamos que nada dista de nuestros hábitos al programar un descanso veraniego. Es que ellos, nuestros perros son un integrante más de nuestra vida. ¡Cómo no tomar estas precauciones a la hora de pensar en nuestro disfrute con ellos en las vacaciones!