La justicia entrerriana dictó los primeros lineamientos para avanzar en la investigación de otro supuesto delito de estafa, que se perpetró en la localidad de Crespo bajo la modalidad del «falso premio» y tuvo como damnificado a un joven de 27 años que terminó perdiendo unos 26.000 pesos.
Llamados telefónicos en plena siesta y el pedido de una transferencia para afrontar gastos que permitirán acceder al gran premio, son características que se repiten en el accionar de los delincuentes. Permanentemente la fuerza de seguridad entrerriana y el gobierno provincial alertan a la comunidad sobre la posibilidad de ser contactado, pero pese a las fuertes campañas preventivas, en tiempos de crisis el mensaje logra atraer víctimas. El pasado lunes en horas de la siesta, un joven recibió un llamado telefónico que lo ponía en conocimiento de que como usuario activo de telefonía celular, por un convenio especial, había sido seleccionado por la prestadora y Telekino, resultando ganador de $50.000. Tras una conversación amena, quien hablaba le brindó algunos datos personales del joven, generando aún mayor confianza. Seguidamente, el estafador le solicitó que se dirigiera hasta un cajero automático, donde fue guiado para hacer una transferencia superior a los $26.000. No pasó mucho tiempo, hasta que el joven se dio cuenta que el premio no le había sido acreditado, por lo que a través de un nuevo contacto telefónico le manifestaron que por cuestiones bancarias se había producido una desinteligencia operativa y por lo tanto, debería depositar otros $4.000 por otra vía, los cuales luego le serían reintegrados. Si bien las circunstancias reúnen aristas pasibles de investigar, lo cierto es que el delito de estafa bajo la modalidad «Cuento del Tío», «Falso premio» y/o en cualquiera de sus versiones, se convierte en una tipificación compleja de perseguir. En consecuencia, «cortar las llamadas» es inevitablemente la mejor herramienta para evitar convertirse en un damnificado más.