La Pulga habló con TyC Sports sobre su vida en la Selección Argentina. “No todo pasa por ganar, hicimos muy feliz a la gente”, remarcó y, a diferencia de su frase de 2009, dijo que no permutaría ningún éxito por la Copa del Mundo de selecciones.
En su diálogo con TyC Sports, Lionel Messi tocó a fondo el tema de la Selección Argentina y recordó cómo se tomaba en 2004 sus primeras convocatorias a la Albiceleste.
“Siempre fue así, lo que pasa es que me tocó vivir muchísimas cosas en la Selcción y tuve convivir con muchas cosas que por ahí no eran justas, pero al final siempre lo intenté, lo sigo intentando. Llegamos a finales del mundo, de la Copa América, no todo pasa por ganar, hicimos muy feliz a la gente en la Selección, Eliminatorias, Mundial, Copa América. Estuvimos a nada de poder conseguirlo. Ahora tenemos una oportunidad más, terminamos siendo una selección fuerte después de muchos cambios, de muchos chicos nuevos, que son menos fáciles de adaptar. Después de la Copa América ya se ve una mejor Selección”, repasó.
También La Pulga analizó a la competencia: “En la última Copa América Brasil creció mucho durante la competición, ahora en los amistosos también aparecieron y convocaron muchísimos chicos nuevos y se están preparando bien para la Copa América que viene”.
Sobre su expulsión en el encuentro ante Chile de la última Copa, Messi dijo que no volvió a hablar con Gary Medel, pero se mostró sin rencores: “Medel es así, siempre lo vivió de esa manera, fue al límite, hablando con Arturo (Vidal) siempre llegábamos a la conclusión de que en la cancha lo vive así y después es una persona totalmente diferente. Creo que no era para roja y con una amarilla se arreglaba todo”.
Además, reiteró: “La del Mundial 2014 fue una de las mejores épocas en la Selección, cuando ganás es todo distinto, se hizo un grupo espectacular y teníamos a Alejandro (Sabella) que era impresionante”.
A la hora de los balances, un Messi maduro cambió su parecer de hace 10 años, cuando confesó que cambiaría sus logros por coronarse en la Selección: “Es difícil, creo que me hubiese encantado ser campeón del mundo y era uno de mis mayores sueños, pero no cambiaría nada, es lo que me tocó, lo que Dios me dio, y por algo es, no me puedo quejar de lo que tengo futbolísticamente y en lo personal, con mis hijos y mis amigos. Fue así porque Dios lo quiso y ya está”.
Así, dejó en claro cuánto valora el éxito de su carrera: “Viví un millón de cosas y por ahí no le di el valor y no lo disfruté lo que tendría que haber disfrutado por tiempo, porque esto no para, tenés podo espacio porque tenés partidos cada tres días o entrenamiento, y todo parece que fue ayer”.