La Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Concepción del Uruguay realizó una jornada sobre “Medicina regenerativa y terapia celular, ciencia básica y aplicaciones clínicas”. Se desarrolló este martes en el salón de actos de UCU, con la presencia del decano, Ricardo Masramón; la secretaria académica, Lic. Diana Chabeuf; el director de la carrera de Medicina, Enrique Rinaldi; y el director de Ciencias y Tecnología de la Facultad, Gabriel Carbone; y la secretaria de Ciencia y Tecnología, Abgda. Yamila Lovatto, quien convocó al capacitador a trabajar conjuntamente en materia de investigación.
La actividad estuvo a cargo del médico Matías Fernández Viña, quien es investigador sobre Terapia Celular y Terapias Avanzadas en la Clínica San Nicolás. Se refirió a la medicina regenerativa como «un campo muy nuevo que se está encargando de revertir enfermedades sin llegar a la cicatrización. Busca evitar la cicatrización y tratar de establecer el equilibrio completo que tenía el cuerpo antes de ser lesionado. A medida que crecemos vamos perdiendo el potencial de regeneración y la reparación se vuelve prioritaria, justamente trabajar con células permite que la regeneración pueda activarse mucho más rápidamente», explicó el médico.
La medicina regenerativa y la terapia celular se está aplicando mayormente a «lesiones musculoesqueléticas, como la artrosis de rodilla y de cadera, hernias de disco, desgarros musculares. También en pacientes candidatos a amputación, que no pueden recibir un by pass o un stent; y en un campo muy novedoso las úlceras diabéticas», detalló Fernández Viña. En este marco, el desafío es utilizar esta medicina de manera anticipada, por lo cual «trabajamos para llevar adelante protocolos de investigación que demuestren que de manera preventiva se puede utilizar la medicina regenerativa».
Desafío para la salud pública Si bien esta medicina no se aplica aún en el ámbito de la salud pública argentina, «en Nicaragua -uno de los países más pobres de Latinoamérica- se aplica de manera pública. Todavía deben darse en Argentina una serie de evidencias que demuestren que es eficaz en un determinado número de pacientes tratados, por eso promovemos esta terapia para tratar de llevarla al ámbito de la salud pública».