“Me siento joven, luchamos y estamos de pie… usamos bastón, pero nunca nos arrodillamos”, dijo ante un auditorio colmado.
Una cerrada ovación del público coronó la charla que ayer brindó la presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en el cierre de las actividades del Mes del derechos a la Identidad.
Fue una nueva actividad organizada por la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad de Concepción del Uruguay. Darío Baron, titular de la dependencia dio la bienvenida señalando: “Debemos agradecer a quienes con su testimonio son fundamentales para mantener viva la lucha por los derechos humanos. Agradecer a personas como Estela y como Blanca que siguen con una vitalidad envidiable, marcándonos el camino de la Verdad, la Memoria y la Justicia, siempre desde el amor… y agradecer también a Cata, a Adriana y a Matías, porque también nos toca tomar la lucha de las Abuelas como ejemplo, para todo lo que viene”, señaló Baron.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo compartió la mesa con Blanca Díaz de Garnier –abuela de Adriana Garnier- y los nietos recuperados Catalina de Sanctis Ovando, Matías Ayastuy Bugnone y la propia Adriana Garnier Ortolani, hija del uruguayense Edgardo Roberto Garnier, detenido desaparecido.
Identidad
Luego llegó el turno de Estela, con un discurso lleno de energía y fortaleza, para quien dentro de pocos días –el martes 22 de octubre, más precisamente- arriba a los 89 años de vida. Una fecha llena de simbolismo, que el azar hiciera coincidir con la creación del movimiento que la ocupa plenamente desde hace muchos años, en su doble condición de búsqueda, como lo definiera durante el acto. Fue un mensaje consustanciado con su vida personal y su lucha, a partir de la desaparición y muerte de su hija Laura, quién al momento del secuestro estaba embarazada.
Dijo que su nacimiento coincide con la historia de los golpes de estado y rememoró las trágicas consecuencias que dejaron en la sociedad argentina. Habló de su actitud pasiva –como la de muchos ciudadanos- durante los bombardeos del 55 a plaza de mayo y exaltó el valor de la lucha. “Si otra hubiera sido mi actitud en aquella oportunidad, hoy Laura estaría conmigo. Es por eso que aprendimos mucho de nuestros hijos”.
“Salimos por el mundo durante la dictadura y recorrimos lugares donde nos fueron recibiendo y dando su protección”, expresó para sintetizar una tarea que desde entonces no ha conocido de descansos, ante la falta de respuesta y el ocultamiento impuesta en aquellos tiempos.
Hoy, y siempre
También expresó su preocupación por algunas voces que en la actualidad han puesto un manto de sospecha sobre la legalidad de la búsqueda de los niños secuestrados durante la dictadura. “Las ofensas no las tenemos en cuenta; el mundo sabe que no mentimos y que decimos la verdad” y añadió que “cada vez que hay un engaño, la necesidad de justicia fortalece nuestras convicciones”.
Refiriéndose a la actualidad y el futuro de Abuelas, señaló: “quedamos pocas”, pero resaltó el valor de “los afectos directos que han posibilitado la creación de trece grupos activos, integrados por nietos y muchos argentinos de bien que nos siguen”, para cerrar la idea con una cuota de humor: “Eso sí… Mientras exista una abuela, manda la abuela”, dijo. Expresión que fue acompañada por un gesto de complicidad de la concurrencia.
Alimento para el alma
“Me hace mucho bien, es un alimento para el alma; me dan vida, aliento y pienso que debo dar gracias a pesar del dolor”, señaló a los presentes de quienes recibió interminables muestras de afectos, gesto que se repite a cada paso de sus habituales recorridas por el país.
“Me voy reconfortada de tanto cariño. Me voy más joven, con muchas más ganas de seguir luchando en lo que me quede. Porque la historia tiene sus momentos… esta es una ciudad histórica y tuvo sus momentos gloriosos, y otros no tanto. A nosotros nos tocó la historia de buscar a nuestros nietos, a nuestros hijos, a nuestras familias, a nuestra gente, a los 30 mil, porque son 30 mil personas desaparecidas, aunque digan que no, son 30 mil, y 500 nietos aproximadamente, algo inconcebible… el robo de bebés tras el nacimiento, y matar a la mamá después. Es algo que no debe volver a pasar y por eso estamos nosotros acá”.
Las jóvenes bandas locales de reggae “Subsystem” y “Suma Paciencia” le dieron contenido musical a la ceremonia y un cierre en tono feminista a cargo Uvaê, grupo de cuerda de candombe, también integrada por mujeres uruguayenses.