La Justicia Federal quiere saber cómo se fugó de la UP 2 Rubén Alejandro Rodríguez de Armas, un peligro narco que estaba a punto de ser extraditado a la República Oriental del Uruguay.
La Justicia Federal quiere saber cómo se fugó de la UP 2 Rubén Alejandro Rodríguez de Armas, un peligro narco que estaba a punto de ser extraditado a la República Oriental del Uruguay. La Justicia Federal impulsa el legajo caratulado “NN S/ A determinar”, de acuerdo al Expediente N° 3.249/19, en trámite ante la Secretaría Criminal y Correccional N° 2, a cargo de Lucas Edgardo Claret. Allí se dispuso notificar al personal del Servicio Penitenciario que estaba de servicio en la UP 2 el día de la fuga de Rodríguez de Armas, quienes deberán comparecer en la sede del Juzgado de Concepción del Uruguay para prestar declaración indagatoria. En total son catorce los funcionarios penitenciarios que fueron convocados a prestar declaración indagatoria. La ronda de indagatoria comenzará este martes con los siguientes funcionarios: alcaide César Javier Villalba; adjuntor principal, Alfredo Ceferino Carballo y al sub adjuntor Guillermo Ricardo Emilio Méndez. Se trata del máximo responsable de la unidad carcelaria y sus dos colaboradores que estaban de turno el día de la fuga, que además tuvo características casi cinematográficas. El Juzgado Federal también se citó para prestar declaración indagatoria para el miércoles 16 al cabo primero Darío Javier Taborda; y a dos cabos: Gastón Nazareno Doello y Andrés Luis Acosta. El jueves 17 será el turno para las declaraciones indagatorias para los agentes Mario Daniel Flores; Mario Miguel Filippi, y Diego Jaureguiberry. Mientras que para el 23 de octubre fueron citados los cabos Claudio Gastón Ortiz y Diego Daniel Delgui; y el agente Martín Adrián Hermelo. Y el 29 de octubre será el turno de declaración indagatoria para el cabo Ángel Alberto Dulche y cabo Emilio Valentín Baigorria. El doctor Claret también solicitó por nota “se realice un pormenorizado y detallado informe de los internos en esa Unidad Penitenciaria, que requieran una especial vigilancia y mayores medidas de seguridad en su custodia”. Rubén Alejandro Rodríguez de Armas tiene en su prontuario, entre otros graves delitos, el homicidio de Néstor Otero Peña, alias “Rambo”, un múltiple homicida que había sido su jefe tiempo antes en la República Oriental del Uruguay y el hecho ocurrió cuando ambos estaban en el Penal de Libertad del vecino país. Rodríguez de Armas, conocido también como “El Oreja”, estaba preso en su país y el 13 de abril de 2018 se fugó de la cárcel uruguaya. La detención se produjo en el marco de los operativos de la Prefectura Naval con colaboración de la Policía de Entre Ríos y en ese procedimiento quedaron al menos otras seis personas detenidas, además de secuestrarse importantes elementos para la causa que se estaba tramitando. Efectivos de Prefectura Naval realizaron el megaoperativo, que incluyó veinte allanamientos, como consecuencia de una intensa investigación que permitió comprobar la existencia de la banda que traficaba los estupefacientes hacia la República Oriental del Uruguay. Tras la detención de unos de los integrantes de la banda y lo recolectado durante la pesquisa, el Juzgado Federal Nº 1 de Concepción del Uruguay, a cargo del juez Pablo Andrés Seró, redactó las veinte órdenes de allanamiento de las cuales seis fueron en Gualeguaychú; tres en Concepción del Uruguay y cuatro en Colón; además de otros cinco allanamientos en Capital Federal y dos en la Provincia de Buenos Aires. Como resultado de las requisas, que se llevaron a cabo de manera simultánea, quedaron detenidas seis personas y se secuestraron 7.400 euros, más de 209 mil pesos argentinos, 103.820 dólares apócrifos, 67.388 pesos uruguayos, y 49 mil pesos chilenos, sostuvo la Prefectura Naval en su sitio oficial de internet. También se decomisaron seis autos, dos camionetas, una moto, un jeep, una moto de agua, dos lanchas, cinco notebooks, dos tablets, dos PC, pendrives, tarjetas de memoria, 33 celulares, tres armas de fuego y documentación de importancia para la causa. La fuga de Rubén Alejandro Rodríguez de Armas de la UP 2, quedó registrada minutos antes del mediodía del sábado 30 de marzo. Se trató de una fuga con ribetes casi cinematográficos, que desnudó “la inocencia” de un Servicio Penitenciario que no ha sabido estar a la atura de las circunstancias. La fuga se produjo cuando Rodríguez de Armas aprovechó que una de las puertas de la cocina del Penal se encontraba –extrañamente- sin recaudos de seguridad. De allí “se ganó” hacia el patio y lo que siguió fue una maniobra realizada con total seguridad: saltó el muro y quedó libre, en la calle. Esa fuga fue un papelón internacional. Porque su fecha es coincidente con la inminente extradición que se estaba preparando y que había sido solicitada por el Juzgado Letrado de Primera Instancia de Ejecución y Vigilancia de Cuarto Turno de Montevideo. El día de la fuga -30 de marzo pasado-, se había ordenado una llamativa requisa, porque demandó la convocatoria de todos los funcionarios penitenciarios de la UP 2, y en un horario muy inusual: casi empalmado con el de visita. Rodríguez De Armas fue visitado ese día por una persona de contextura física similar a él y por una mujer que sería su pareja. Fue esa persona la que le proveyó de vestimenta y luego lo ya conocido por todos: una vez que estuvo en la cocina (con una puerta “extrañamente” sin seguridad), pasó al patio y luego saltó el muro perimetral de la cárcel y se fugó. Pero, no se alejó de inmediato, porque permaneció varios minutos escondido en las inmediaciones, hasta que “su visita” abandonó la Unidad Penal; y una vez que se reencontraron, se fueron en un automóvil con destino desconocido. El Servicio Penitenciario informó de la fuga a la Policía cerca de las 16 de ese día, es decir, entre cuatro y cinco horas después de ocurrido el hecho. La sospecha es que De Armas cruzó al Uruguay. Ahora deberán rendir cuentas ante la Justicia Federal, que los convocó a declaración indagatoria, y deberán explicar cómo se logró fugar de la UP 2, en una operación tan infantil como cinematográfica, uno de los narcos más peligrosos que estaba alojado en esa dependencia.