Este jueves tendremos en nuestra Ciudad la visita del Presidente Mauricio Macri. La marcha del #SiSePuede es más que el respaldo a un candidato a presidente, es el grito de muchos argentinos que apuestan a un país con futuro y de bases sólidas.
Durante muchos años nos contaron una historia, sesgada, donde la política aparecía como parte de una lógica que solo el peronismo y después el kirchnerismo podían manejar. A partir de 2015 iniciamos un recorrido distinto, con errores, aciertos y muchas oportunidades que debemos profundizar y ampliar para que más argentinos estén mejor.
El resultado de las PASO nos dejó varias reflexiones, si bien es cierto que nos votaron casi ocho millones de argentinos, número parecido al de la primera vuelta de 2015, donde creemos que hay un componente muy fuerte de valores, ideas y una apuesta al futuro, también vimos presente otro factor que tuvo que ver más con el bolsillo y que es parte del mensaje que hemos escuchado como Gobierno Nacional.
Desde Juntos por el Cambio sostenemos que es algo más profundo que el bolsillo o solo el bolsillo, no podemos ni debemos subestimar a la gente. Creo que esa bronca que una parte de los votantes expresaron no lo hicieron convencidos de votar a otras alternativas, sino queriendo dar un mensaje de alerta y preocupación.
Iniciamos un recorrido antes de ser Gobierno, de mucha proximidad con los vecinos, de diálogo pero sobre todo de escucha activa; y en agosto, esos mismos ciudadanos nos hicieron un reclamo de que nos acerquemos más desde otro lugar, desde el lugar que siempre nos acercamos y que, evidentemente, habíamos descuidado.
Muchas veces la vorágine diaria y el ejercicio del poder o el desgaste de las distintas crisis, nos alejaron como Gobierno del día a día del vecino y sus necesidades y eso potenció más esa sensación de que Mauricio Macri no los estaba cuidando y no estaba cumpliendo.
Los argentinos nos enfrentamos una vez más a una elección compleja, pero porque claramente es una mirada de futuro lo que exige un país como el nuestro. A su vez, es tarea de nuestro Gobierno restablecer la confianza y acercar soluciones en varios niveles que visibilicen esta comprensión que demanda la ciudadanía respecto de no alejarnos de lo coyuntural más allá de realizar reformas estructurales que perdurarán para siempre.
La política argentina está en una carrera contra el tiempo, donde los cambios exigen mucho más ritmo pero a su vez, las decisiones deben estar basadas en una mirada de futuro, con perspectiva, dejando de lado prácticas corruptas y de absoluta inequidad que nos siguen llevando por un camino sin horizonte. Mauricio Macri vino a cambiar todo eso; y sigue pensando en una Argentina inserta en el mundo con alternativas, revisa y da marcha atrás, asume y replantea la estrategia, lo cual, lejos de ser una muestra de debilidad, es parte de la figura de un Presidente que escucha y se sensibiliza con la realidad social.