Hay muchísimas confusiones en materia de qué es y que no es contagioso.
En principio, conviene saber que el hecho de que una infección esté provocada por una bacteria no necesariamente significa que ésta se puede contagiar a otras personas. Esto es lo que explica Amesh Adalja, médico especialista en enfermedades infecciosas y erudito principal en el Centro Johns Hopkins de Estados Unidos. A veces los síntomas pueden parecer idénticos pero el modo de transmisión (a eso es a lo que se llama «contagio») depende de los mecanismos de cada enfermedad. «No hay una sola relación entre la causa de una infección y su contagio, ya que hay enfermedades bacterianas que son contagiosas y otras que no lo son», explica.
1. Rosácea
Esta condición de la piel del rostro que se caracteriza por el enrojecimiento, la transparencia de los vasos sanguíneos y a veces, pequeños granitos con pus, no es contagiosa. Con menos frecuencia, la rosácea también puede provocar un engrosamiento de la piel de la nariz. Si bien los médicos suelen indicar antibióticos en algunos casos, la National Rosacea Society de Estados Unidos explica que estos medicamentos se usan para ayudar a combatir la inflamación.
2. Psoriasis
Este trastorno de la piel no tiene nada que ver con gérmenes o bacterias. Es una enfermedad autoinmune y no puede transmitirse entre las personas. Los signos de la psoriasis, son manchas rojas que provocan picazón, que pueden estar rodeadas de costras blancas o plateadas, que habitualmente se localizan en los codos, las rodillas y el cuero cabelludo. Se producen cuando el cuerpo crea y acumula nuevas células de la piel a un ritmo acelerado. Si bien es crónica y difícil de manejar, con buenos enfoques se logra mejorar mucho la calidad de vida. Además, las personas con psoriasis pueden tener al sol como su aliado
3. Hiedra venenosa (hedera helix)
Con solo mirar una erupción por hiedra venenosa uno puede sentir ganas de rascarse, pero todo es sugestión. La alergia que esta planta puede provocar a ciertas personas no se puede transmitir a otras, ni siquiera si ellas tocan el zarpullido o el líquido de una ampolla. La reacción a la hiedra solo puede ocurrir si la piel entra en contacto con el aceite de la planta, llamado urushiol.
4. Enfermedad del legionario (un tipo de neumonía)
En este caso la enfermedad se contrae por tomar, inhalar gotas o vapor de agua contaminada con la bacteria Legionella. El contacto puede producirse a través de la canilla, la ducha, una bañera y sistemas de ventilación de grandes edificios. Si bien esta rara forma de neumonía puede ser grave y mortal, no todas las personas expuestas a la bacteria se contagiarán necesariamente.
5. Malaria
Esta enfermedad infecciosa también llamada paludismo y potencialmente mortal no es contagiosa. Solo la puede transmitir un mosquito infectado que al picar al humano libera los parásitos de la malaria en su torrente sanguíneo. Sus síntomas son fiebre y otros parecidos a la gripe, problemas gastrointestinales e ictericia (color amarillento en la piel). Sin embargo: la malaria infecta los glóbulos rojos por lo que podría transmitirse a través de una transfusión de sangre o por compartir una aguja infectada, o de la madre al bebé durante el embarazo o el parto. Si querés saber más sobre este tema: Paludismo: cinco claves para la prevención de la malaria.
6. Enfermedades del tracto urinario
Si bien las infecciones del tracto urinario son frecuentes después de mantener relaciones sexuales, lo cierto es que no se transmiten sexualmente ni son contagiosas. Pueden ocurrir porque bacterias, a menudo del ano, ingresan a la uretra. Entonces las relaciones sexuales pueden aumentar esta propagación, pero esto es a través del contacto físico que ayuda a contaminar la uretra y no por una infección que se propaga de una pareja a otra. Las mujeres tienden a contraer infecciones urinarias con más frecuencia que hombres debido a la proximidad de estas dos partes del cuerpo
7. Trismo (rigidez mandibular)
Puede llegar a producirse como el cuadro más grave de infección por tétanos, consiste en intensos espasmos musculares y un «bloqueo» de la mandíbula que impide abrir totalmente la boca y masticar. Pero las personas infectadas no son contagiosas. En cambio, las bacterias responsables de esta enfermedad viven en el medio ambiente, en el suelo y en muchas superficies, y entran al cuerpo a través de la piel abierta por una herida, según la Fundación Nacional para Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos. La vacuna antitetánica es la mejor forma de prevenir el tétanos. Para mas claridad, lee también: Tétanos: qué pasa si no nos vacunamos.
8. Enfermedad de Lyme
Las garrapatas infectadas son las únicas vías de contagio de la enfermedad de Lyme y solo cuando pican. No es posible adquirir la enfermedad por estar en contacto con otras personas. Las mascotas tampoco pueden infectar, aunque sí pueden llevar garrapatas a su hogar. La fiebre, la fatiga y una aureola oscura alrededor del sitio infectado son los primeros síntomas de la enfermedad. Mirá lo que le pasó a esta pianista para lograr que la diagnosticaran: La enfermedad de Lyme, la odisea de encontrar un diagnóstico
9. Bronquitis (algunas sí, otras no)
Como la neumonía, algunas formas de bronquitis son contagiosas y otras no: depende de lo que esté causando la inflamación de las vías respiratorias bronquiales, la tos resultante y las dificultades respiratorias generales. La bronquitis aguda, que se produce por una infección de las vías respiratorias superiores es causada por un virus o por bacterias y en ese caso, sí resulta contagiosa. La bronquitis crónica, sin embargo, no es contagiosa. Esta condición continua es común en fumadores y también puede ser provocada por la exposición a contaminantes ambientales.
10. Dolor de oído.
Las otitis se provocan cuando los virus o las bacterias entran en el oído medio, el espacio que hay detrás del tímpano. Cuando un niño desarrolla una infección de oído (también llamada otitis media), el oído medio se le llena de pus (que es un líquido infectado), la cual ejerce presión sobre el tímpano y causa dolor. No son contagiosas, pero los resfríos que a veces las provocan (también pueden producirse por entrada de agua, que es la forma más común en época de verano) lo pueden ser.