Este lunes se reanudó el juicio por narcotráfico en Paraná con la declaración de cuatro policías federales que intervinieron en la investigación. Antes de ingresar al recinto, el concejal Pablo Hernández insistió en su inocencia.
Se reanudó este lunes el debate en la causa Celis, que
investiga el accionar de una banda dedicada al tráfico de estupefacientes y en
la cual hay 33 imputados.
El tribunal oral Federal escuchó a los policías
federales Carlos Alberto Frías, Joaquín Truffe, Guillermo García y Ariel
Tridente, quienes intervinieron en la investigación.
En el juicio, que comenzó el lunes 23 ya
declararon cuatro policías. Además vale recordar que a partir de este lunes, el
intendente Sergio Varisco está eximido de asistir a las audiencias. También
está eximida de asistir la imputada Esther Márquez, por su edad.
Minutos antes de ingresar al recinto, y mientras
era llevado por la policía esposado, el concejal Pablo Hernández se detuvo ante
el micrófono de Elonce TV y afirmó: «Hace 70 lunes dije en
este mismo lugar cuando me llevaban que era inocente, y se va a demostrar mi
inocencia». En el marco de las testimoniales, la más esperada era de la Carlos Alberto
Frías, quien fue el perito que se encargó de desgrabar todas las conversaciones
que se obtuvieron en la investigación. Según confirmó él mismo ante el propio
Tribunal, pasó a ocupar ese trabajo gracias a que conocía todas las voces de
los involucrados gracias a su participación en unos de los expedientes. En la
testimonial, Frías fue muy extenso en los detalles a la hora de describir su
actuación policial en las investigaciones. Fue uno de los funcionarios
policiales que estuvieron varias semanas esperando el aterrizaje de la avioneta
en el monte hasta que descendió la narcoavioneta con 317 panes de marihuana.
En un pasaje de las desgrabaciones indicó que
había conversaciones entre Bordeara y Celis.
«¿Las conversaciones que tenían eran de
carácter político o estupefaceinte?», preguntaron desde el Tribunal.
A lo que Frías respondió que no podía definirlo
pero había «conversaciones sospechosas» desde el punto de vista
investigativo. «Algo raro había. Hablaban de un cargamento de 800 pares de
zapatillas a una oficina de Rivero, después a la zona sur de la ciudad».
El policía también dio cuenta que Celis hablaba con Silva de una semana de
300.000 mil pesos. «Como le vas a fiar a Bordeira esa plata», habían
recriminado. Para Frías, esa cantidad de dinero era para sospechar. Y agregó
que fue ese momento cuando Celis se peleó con Bordeira «y no se
comunicaron más. Esa carga de zapatillas la había adquirido por Silva pero la
suela de las zapatillas estaban podridas decían». Además Frías mencionó que «después no la
escuchamos más a Bordeira, se cayó ese teléfono, era de una flota de la
municipalidad de Paraná».
Involucró a los tres hermanos Ghibaudo de los
cuales tan sólo dos están imputados en la causa (Omar y Raúl). Aseguró que los
tres propietarios del campo sabían que en la avioneta que iba a aterrizar en su
inmueble tenía marihuana y que sólo se detuvo a Omar y Raúl por haber estado en
el momento del aterrizaje.
En relación a cómo se desarrollaba el tráfico y
su seguimiento, dejó algunas precisiones:
– «Tavi» Celis usaba para referirse al
precio del producto un sistema de reducción que convertía 30 mil pesos en
«tres pesos», por ejemplo a fin de no realizar enunciaciones
detalladas que permitan vincular el monto con el precio en el mercado del
producto.
– Había formas insólitas de referirse a los
estupefacientes: camisa, camiseta, zapatilla, zapato, pintura.
– Acusó a uno de los imputados, Julio César
Vartorelli, de utilizar a un hijo con discapacidad como «escudo» para
trasladar entre 150 y 200 kg
de marihuana a Santa Fe.
– «Tavi» no cortaba la llamada cuando
pasaba a contestador. De allí que en las casillas de mensajes hayan quedado
grabadas muchas anécdotas que contaba sin saber que estaba dejando el registro.
En una de ellas, narró un operativo en barcaza por el río Paraná.