La fuga de capitales creció de manera exponencial en los últimos años. Entre 2016 y 2019 salieron del país u$s40.000 por minuto, según un informe privado. El desregulación financiera y con ello la ausencia de controles al tipo de cambio dictaminada por el gobierno de Mauricio Macri impulsó la demanda de divisas y afectaron fuertemente a la economía, obligando al Ejecutivo a tomar medidas anteriormente repudiadas.
El tenor de derrota en las PASO de la alianza Cambiemos – hoy Juntos por el Cambio – que integran el PRO, la UCR y la Coalición Cívica generó un cimbronazo político pero también a nivel económico. La crisis que arrecia en el país desde hace más de un año y medio, recesión mediante, se profundizó en las últimas semanas y desde el arco político centraron parte de las culpas en el Frente de Todos y las elecciones.
Sin embargo, la fuerte sangría de dólares que año a año viene erosionando el poder de acción de la economía no es nueva sino que se trata de una constante durante la administración actual. Un informe realizado por la Universidad de Avellaneda (UNDAV) remarcó que entre enero de 2016 y julio de 2019 –previo a la corrida cambiaria reciente- salieron del país u$s40.000 por minuto. En ese período, la compra de divisas por parte del sector no financiero acumuló un total de u$s73.160 millones, por encima del histórico desembolso del FMI en 2018.
Desde el Observatorio de Políticas Públicas de la institución señalaron que la fuga de capitales del circuito formal puede explicarse en primer lugar por la desregulación financiera implementada a partir del primer año de gestión de Mauricio Macri al frente del Ejecutivo nacional. En ese sentido, señalaron que en los tres años y medio alcanzó un promedio anual de u$s20.500 millones, con una salida mensual de u$s1.700 millones. Asimismo, destacaron que la remisión de dividendos y utilidades realizada por las compañías multinacionales al exterior explicó la salida de u$s7.270 millones en tres años y medio.