Un jugador del equipo español convirtió un penal, pero la pelota pegó en un poste interno del arco y el árbitro invalidó el gol. 
Una situación insólita y a su vez escandalosa ocurrió en la Champions League juvenil entre los equipos del Valencia y Chelsea, que se batían a duelo en una definición por penales.
En los 90 minutos habían empatado 1-1 y el encuentro fue a penales. Allí, el Valencia cayó 5-3 luego de que el árbitro invalidara un gol legítimo. El (gran) problema fue que la pelota rebotó en uno de los postes internos del arco y salió fuera, por lo que el referí invalidó la conquista.
El juvenil valenciano Alberto Gil festejó el gol, pero el árbitro consideró que la pelota no había entrado. No hubo vuelta atrás y el Chelsea avanzó a los cuartos de final.
Luego del episodio, que dio la vuelta al mundo, el Chelsea publicó en su cuenta de Twitter que tras observar la repetición se puede ver que el tanto fue legítimo y el Valencia estudia pedir que se impugne el partido.