Un nutrido grupo se concentró anoche frente al busto del ex Presidente, Raúl Alfonsín para conmemorar los 30 años de la democracia y al líder radical que ganó las elecciones el 30 de octubre de 1983. Con la presencia de muchos militantes y afiliados a la UCR, a quienes se sumaron representantes del PJ y jóvenes del Partido Socialista, se conmemoró anoche en Plaza Ramírez,
pasadas las 20:30, el aniversario número 30 del actual período democrático, inaugurado con el triunfo del radicalismo en todo el país, que llevó a Raúl Alfonsín a ocupar la Presidencia de la República. Si bien se trató de una conmemoración convocada desde la UCR, no hubo presencia institucional de los diferentes estamentos del Estado municipal.
Tanto que los dos grupos políticos presentes fueron destacados por los organizadores, luego de la entonación del Himno Nacional. A continuación fue proyectado un video, que reprodujo el mensaje del entonces candidato Alfonsín en el cierre de campaña. Fuera de algunos aspectos particulares de ese momento, el contenido del discurso se diferencia, entre otras cuestiones, por la convocatoria al pueblo argentino a superar la profunda crisis heredada por el accionar de la Triple A en los inicios de los 70 y los 10 años de gobierno militar que los siguieron. Las palabras de Alfonsín fueron seguidas con atención por los presentes, que acompañaron su desarrollo con aplausos y consignas de apoyo al ex Presidente. Por lo demás, la jornada cívica vivida hace apenas unos días cargó la conmemoración de un matiz especial, que puso en evidencia datos de convivencia partidaria interna pero, por sobre todo, dio una muestra de reconocimiento hacia una persona que trascendió su momento.
«Nuestra apelación a la fraternidad y la solidaridad entre los argentinos es mucho más que un impulso ético. Hay en ella un propósito político en el sentido más profundo de la palabra», decía entonces. «Porque la riqueza de un país no está en su territorio ni en sus bienes, ni en sus vacas ni en su petróleo: está en todos y cada uno de sus habitantes, en todos y cada uno de sus hombres y mujeres. Es el trabajo, la capacidad de creación de los seres humanos que lo habitan, lo que da sentido y riqueza a un país. Si logramos superar esta crisis, nuestros nietos nos reconocerán como lo hacemos con quienes forjaron la Nación Argentina…», cerraba su discurso el ex Presidente, para recitar luego el final del Preámbulo de la Constitución, ante la euforia del millón de personas que colmaron la Plaza de la República.