Al cura Mario Gervasoni :Postergaron para septiembre el juicio por falso testimonio

El juicio por falso testimonio contra el cura Mario Gervasoni -secretario privado del arzobispo Juan Alberto Puiggari- iba a realizarse en junio de este año. Pero el abogado defensor, Guillermo Vartorelli, pidió la suspensión del debate. La Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) de tribunales, reprogramó las audiencias para el 18, 19 y 20 de septiembre. La causa por falso testimonio contra Gervasoni, es una derivación del proceso por abuso de menores que terminó con la condena a 25 años del sacerdote Justo José Ilarraz. Es que, mientras se investigaban los delitos cometidos por Ilarraz en la Justicia Penal, Gervasoni dio una declaración como testigo que fue calificada como “falsa y reticente”, según la acusación fiscal. Si Gervasoni es encontrado culpable, podría enfrentar una pena de un año y medio de prisión condicional.  El Ministerio Público Fiscal entiende que hubo reticencias y falsedades en el testimonio del cura Mario Gervasoni, en el marco de la investigación por abusos que terminó con la condena al sacerdote Justo José Ilarraz. Gervasoni declaró en abril de 2015 en los tribunales de Paraná, pero el fiscal Francisco Ramírez Montrull consideró que no dijo todo lo que sabía, en base a otros testimonios que obran en la causa Ilarraz.  Gervasoni es secretario privado del Arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari. El mismo jefe de la Iglesia Católica local -cuando Ilarraz era encargado del Seminario Menor y cometía abusos sistemáticos-, era el responsable del Seminario Mayor. Eso implicaba que ambos -Ilarraz y Puiggari- fueran cercanos en el ámbito educativo en el Seminario y compartieran casi los mismos espacios dentro de las instalaciones.  En medio del proceso por falso testimonio, Gervasoni alegó “fidelidad” a la Iglesia Católica para intentar eximirse de cargos penales. Pero la Fiscalía rebatió ese argumento haciendo pesar el deber cívico ante el “secreto profesional”.  Por eso se mantuvo la acusación contra Gervasoni, que lo señala por “haberse pronunciado con falsedad y reticencia, ocultando datos al juez, datos que no podía ignorar por el rol protagónico de secretario del arzobispo, con quien convive” en la residencia episcopal de la Costanera Alta de Paraná, una lujosa mansión en la zona más costosa de la capital entrerriana.

 

Condena a Ilarraz

El cura Justo José Ilarraz fue condenado en mayo de 2018 a 25 años de prisión por el abuso de siete chicos de entre 10 y 14 años, cometidos mientras se desempeñaba como Prefecto de Disciplina y Guía Espiritual en el Seminario Nuestra Señora del Cenáculo de Paraná, entre 1985 y 1993.  La sentencia fue apelada por la defensa que ejerce el abogado Jorge Muñoz y aún se encuentra en etapa de revisión. Mientras eso ocurra, Ilarraz cumple prisión domiciliaria en un departamento del centro paranaense.