Jonathan Castillo y Sebastián Yurka, dos jóvenes acusados de integrar la banda de gitanos que fue condenada en 2017 por las estafas a ancianas cometidas en Gualeguaychú y Concepción del Uruguay a fines de abril de 2016.
Se encontraban prófugos en la causa y el pasado 3 de mayo fueron detenidos en la provincia de Chaco. Los atrapó personal de Gendarmería en un control de rutina, a bordo de un colectivo. Les pidieron los documentos y el sistema alertó que ambos tenían pedido de detención del Juzgado de Garantías de Gualeguaychú. El martes 7 arribaron a Gualeguaychú y desde entonces esperaban por su situación alojados en la Jefatura Departamental. Finalmente, el martes decidieron adecuarse a un procedimiento abreviado. Se les imputó un solo hecho de estafa a una mujer de 87 años y, como condición sin excepción, reconocieron su responsabilidad. Ninguno de los dos contaba con antecedentes, por lo cual el fallo judicial fue indefectiblemente de prisión en suspenso, quedando inmediatamente firme esa sentencia. Como contrapartida, se les impuso a los dos jóvenes un resarcimiento económico a la víctima, de un monto similar al que le había sido estafado en 2016, y la prohibición de acercamiento. Con esta condena de dos años queda cerrada la historia para todos los integrantes de una misma familia que fueron responsabilizados y condenados, gran parte de ellos, por las estafas telefónicas. Ahora se espera por la decisión que dará a conocer la Cámara de Casación Penal de Paraná el próximo 30 de mayo, cuando se conozcan los fundamentos sobre la sentencia dictada por el Tribunal de Gualeguaychú en febrero de 2017 contra cuatro de los seis miembros de esta familia de gitanos que fue llevada a juicio. Cinco hombres y una mujer, acusada de ser quien llamaba a las víctimas simulando ser la hija que se encontraba en el banco a punto de hacer una operación, fueron imputados de estafas reiteradas y de integrar una asociación ilícita. Todos fueron absueltos por la acusación de integrar una asociación ilícita, pero respecto a los 8 hechos de estafa, algunos fueron condenados con penas excarcelables y otros desligados de toda responsabilidad. Graciela Castillo y Brian Yancovich recibieron una pena de tres años de prisión condicional por cinco hechos de estafa. Ariel Castillo recibió tres años de prisión efectiva y se le unificó la pena con otra que le fue impuesta por el Tribunal en lo Criminal Nº 5 de Morón el 2 de junio de 2014, en la que había sido condenado a tres años de prisión condicional por robo agravado. En definitiva, se le revocó la condicionalidad y deberá cumplir una pena única de 4 años y 6 meses de prisión efectiva. Hernán Castillo, el joven que fue detenido en su casa en Córdoba, fue condenado por solo un hecho de estafa y recibió una pena de un año y medio de prisión condicional. Por su parte, Sergio Yancovich y Cristian Aristiche fueron absueltos en todos los hechos por los que habían sido acusados en grado de coautores. Esta sentencia nunca adquirió firmeza porque se recurrió a Casación y a fines de este mes se conocerán los fundamentos.