En el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy finalizó este miércoles el juicio oral que se le siguió a Gustavo Rivas por el delito de promoción de la corrupción y de la prostitución de menores, de acuerdo a los Artículos 125° y 125° bis del Código Penal.
En la audiencia de hoy completaron sus alegatos de clausura el abogado querellante Alfredo Vitale, quien solicitó una pena de siete años y medio para el imputado; mientras que el abogado defensor, Raúl Jurado, alegó por la inocencia de su cliente, pero no hizo alusión a la prescripción de los hechos como se había especulado en su momento. Finalmente, Rivas hizo uso de su derecho a decir sus últimas palabras y en esa intervención que duró aproximadamente 35 minutos, sostuvo que no se pudo probar lo denunciado. El 22 de mayo se conocerá el adelanto de la sentencia. El Ministerio Público Fiscal realizó este martes su alegato de clausura, donde solicitó una pena de 25 años y hasta tanto quede firme, pidió al Tribunal que Rivas quede bajo prisión domiciliaria con tobillera electrónica y bajo estrictas reglas de conductas que le prohíban tomar contacto en cualquier forma con las víctimas de este caso. Por su parte, la abogada Estela Esnaola, quien alegó también ayer, solicitó para su defendido una pena de siete años de prisión. Tanto Esnaola ayer como Vitale hoy, adhirieron en un todo a lo expresado por el Ministerio Público Fiscal. Ahora, el Tribunal pasó a un cuarto intermedio donde deliberará hasta el miércoles 22 a las 10 (hora a confirmar), momento en que dará a conocer el adelanto de su veredicto en una audiencia que será con acceso a la prensa y al público en general y que será transmitida por el Canal de YouTube del Poder Judicial. Y el 5 de junio se fijó como fecha para dar a conocer los fundamentos de la sentencia. El Tribunal está integrado por los magistrados Alicia Vivian (quien condujo el debate) y los vocales Arturo Exequiel Dumón y Mauricio Derudi. El juicio comenzó el 1° de abril y en esa primera audiencia dos hechos quedaron prescriptos, porque habían ocurrido antes que la Argentina adhiriera a los Tratados Internacionales de protección en esta materia. Las audiencias continuaron los días 3, 4, 8, 9, 10, 15, 16, 17, 22, 23 y 24 de abril; y el viernes 3 de mayo se hizo una inspección ocular en dos domicilios del imputado: el de calle Mitre 7 donde reside y la casona familiar de calle Urquiza.Con el alegato de clausura se cerró la etapa de producción de pruebas y la parte acusadora pidió una condena ejemplar de 25 años para Gustavo Rivas en la postura del Ministerio Público Fiscal; mientras que las dos querellas pidieron para cada uno de representados siete años (el caso de Esnaola) y siete años y medio (en el caso de Vitale). Rivas fue un saqueador de espíritu: ha determinado a sus víctimas a un estado sexual corrupto mediante actos prematuros y de actividad sexual exacerbada, tan perversos como excesivos para cualquier menor de edad. Y si bien ya opera el repudio social frente a esta personalidad avasallante, falta la condena de la Justicia para que las víctimas tengan la total certeza de que no están solas frente a esta clase de depredación de la condición humana. El miércoles 22 se conocerá el adelanto de veredicto, en un proceso histórico por la cantidad de víctimas y por la modalidad en cómo fueron cometidos los hechos, teniendo en cuenta que las víctimas tenían en esos momentos entre 14 y 15 años de edad.