Mario «Chirola» Quinteros recordó, en su cuenta de facebook, «Hoy estoy recordando y festejando que hace 56 años, el 3 de Mayo de 1963, comencé mi carrera de Entrenador. Pablo Soria,me fue a hablar si quería dirigir a Pescadores, que esa noche debutaba en el Torneo Preparación enfrentando a División. Debo aclarar que desde siempre esa fecha figuró en mi currículum, porque la primera vez que lo presenté, olvidé que cuando jugaba en Rocamora entrenaba y dirigía el Femenino que en Enero de 1958 gano el Primer Torneo Oficial de la Asociación local». Chirola también recuerda que ese partido lo ganó División por 30 a 29 (otro básquetbol sin dudas) en tiempo suplementario. Pero sirvió para que un apasionado a este deporte que tuvo muchos éxitos, algunas pocas frustraciones «pero profundas» como reconoce. Sus mayores logros llegaron dirigiendo a los seleccionados juveniles de nuestra Asociación o al de la Federación Entrerriana. Innumerables títulos provinciales y hasta un argentino cuando la competencia de selecciones era muy importante. Pero para que todo esto sea posible, Chirola siempre contó con el apoyo incondicional de la «Ñata», su esposa y también lo recuerda. «Todos esos años en el basquetbol en distintos clubes y en ciudades, no hubieran sido posible sin el apoyo de mi compañera y amor de toda mi vida, la Ñata Gallego, que tuvo que bancarse la crianza y educación de Trici y Mario porque fui un padre ausente. Ya no me queda tiempo, como si a Manu (ni plata) para compensar en algo todo lo que le debo. Más de una vez me han sentido decir que lo menos que se merece es una estatua de oro, esto lo digo de todo corazón. Tratare en este último tiempo que me queda, portarme lo mejor que pueda por mi carácter podrido de toda la vida, que es lo menos que ella se merece».