Pasaron dos meses y medio del robo que sufrió un hombre de 77 años en su casa en Bolívar y Ayacucho de la ciudad de Gualeguaychú.
Al día de hoy poco se sabe sobre los responsables. Hipótesis, dudas y un misterio que no se desentraña. La víctima permaneció atada a la columna del último escalón en la planta alta de la casa, desde la tarde del lunes 11 de febrero hasta la noche del martes 12. Fue rescatado por su hija y el resto de la familia cuando acudieron al domicilio y escucharon los gritos del hombre desde el interior. Debieron romper la madera de la puerta del garaje para ingresar y lo encontraron esposado y en un estado de shock. Debido a todo esto se originó un gran movimiento en el barrio. A esa hora de la tarde noche había un tránsito continuo y muchos pararon a ver lo que sucedía. Luego llegó la Policía y en pocos minutos la información de lo sucedido ya había ocupado las primeras planas de los medios de prensa. El ingreso de los delincuentes se produjo el lunes 11 a la siesta, alrededor de las 13.30. Se presentaron en el domicilio y exhibieron una credencial de Afip para que el propietario les abriera la puerta. Una vez dentro, dos de ellos sacaron sus armas y consiguieron reducir fácilmente a la víctima de 77 años, que no ofreció resistencia.Los delincuentes manifestaron que buscaban dólares o euros, y esposaron al hombre a una columna de una escalera que lleva a la planta alta del inmueble. También subieron a un altillo donde el dueño de casa, aficionado a la caza, guardaba sus armas largas. Se tomaron todo el tiempo necesario para recorrer cada lugar, pero los delincuentes habían llegado con datos precisos. Se llevaron 150 mil pesos y 2 mil dólares que el hombre guardaba en una caja fuerte en el altillo y abandonaron la vivienda varias horas después de su ingreso. A partir de lo sucedido, y por la gravedad del hecho ocurrido en pleno centro de la ciudad, la Policía comenzó una investigación, pero con el pasar de las horas la historia iba presentando espacios en blanco que hasta el día de hoy no han podido ser llenados. No está claro por qué los delincuentes salieron por los techos siendo que tranquilamente pudieron abandonar el domicilio por el mismo lugar por el que ingresaron. La víctima ya había sido inmovilizada y maniatada; y no ofrecía resistencia. Los delincuentes no tenían impedimentos para salir por la puerta del garaje que el martes por la tarde la familia del hombre destrozó para ingresar a rescatarlo, pero sin embargo -y según lo relatado por el dueño de casa- se fueron por los techos, poniendo en riesgo ser vistos por terceros. En su declaración a la Policía, la víctima indicó que luego de entregar la llave para abrir la caja fuerte que se encontraba en el altillo, en la parte superior del inmueble, los delincuentes nunca más bajaron por la escalera y era paso obligado para salir a la calle. Es por ello que afirma que salieron por los techos. En este punto se produce un interrogante y por el cual se estima que abandonaron la vivienda poco antes de las 19 del lunes. La principal hipótesis que hay al respecto es que fueron los propios delincuentes quienes hicieron el llamado a la Policía una vez que lograron estar seguros. Esta denuncia habría tenido el objetivo que los policías acudieran a la zona, escucharan los gritos y pudieran llegar a la víctima y de esta forma evitar que sufriera alguna descompensación o algo peor.