Con casi 80 años de vida y viajes sobre el arroyo Las Conchas, la emblemática balsa «Maroma», que une la ciudad de Paraná con Villa Urquiza, es uno de los atractivos turísticos de la zona.
La balsa está vigente desde el año 1942 y actualmente, está siendo operada por la tercera generación de la familia Cardeña.
Se trata de un ícono del turismo y durante la temporada estival, ha llegado a cruzar más de 200 autos por día, con personas de diferentes provincias, que llegan para conocer la única balsa. Fuentes de la Municipalidad de Villa Urquiza, confirmaron este lunes a Elonce, que la balsa, comenzó a funcionar tras más de 15 días sin realizar sus tradicionales cruces en el arroyo Las Conchas.
Había dejado de funcionar porque estaba dañada la planchada de hormigón en el atracadero del lado de Villa Urquiza, habían señalado la semana pasada. «Se corría el riesgo que los autos cayeran y quedaran atrapados en el lugar”. Según indicaron los balseros, se reanudaron los cruces en el arroyo y el servicio se desarrolla de 7 a 21, Desde Vialidad Provincial señalaron que el camino se encuentra transitable, y remarcaron que los caminos de acceso a la Balsa, están en perfecto estado, tanto, por la Ruta 12, como por el acceso Norte en la zona de los silos. La balsa de Villa Urquiza es la única que aún funciona por medio de un sistema convencional de malacate. En época estival, la balsa opera de 6 a 22. Se trata de un carretel que enrolla el cable y lo larga a la vez». La balsa puede soportar cuatro mil kilos. El trayecto que realiza, es de 75 metros y acorta camino: en más de 17 kilómetros. Cada cruce demanda dos minutos y medio.