La jueza consideró asimismo que ambos forman parte del último eslabón de la cadena del narcotráfico, pues realizan la venta al consumidor final y que con esta actividad dañan la salud de un indeterminado número de personas.
María Angélica Tap y su pareja Zenón Arener la jueza Melisa Ríos les impuso 90 días de prisión preventiva por estar acusados de venta de droga al consumidor final y tenencia ilegal de arma de uso civil y de la supresión de la numeración de dicha arma en Concepción del Uruguay. En la audiencia estuvo presente la representante del Ministerio Pupilar, abogada Celina Ansaldi, pues la acusada tiene una hija de 10 años de edad. Ansaldi recomendó que se realice un profundo abordaje multidisciplinario para que los derechos de la menor estén resguardados ya que su padre biológico fue citado pero no concurrió a su llamado y que se debe imponer de la situación al juez de Familia. Luego María Tap informó que ella además de tener esa hija menor a cargo, tiene también a cargo a su nieta y a su madre enferma. La jueza de Garantías analizó la situación valorando que desde el 14 de febrero al 15 de marzo, en la vivienda de la pareja se desarrolló una actividad que es compatible con la venta de estupefaciente. A cualquier hora del día llegaban al lugar personas a pie o en algún vehículo y salían llevando un objeto que cabía en su puño. Algunos bajaban corriendo de los vehículos y en cuestión de segundos eran atendidos por la propia Tap, Arener u otras personas debajo de un alero, y que estos luego se iban rápidamente. Uno de ellos, llegó a inhalar lo que llevaba en la mano en la propia vereda de la vivienda. No puso en dudas que se trate de cocaína rebajada con bicarbonato u otras sustancias el contenido del taper cilíndrico que la defensa manifestó que se trataba de bicarbonato que la dueña de casa usaba para bañarse. Valoró también la magistrada, que pese a que Arener dijera que al arma la encontró en la basura, sabía de qué se trataba pues la tenía oculta en el patio y a los cartuchos en una habitación de la casa. Consideró asimismo que ambos forman parte del último eslabón de la cadena del narcotráfico, pues realizan la venta al consumidor final y que con esta actividad dañan la salud de un indeterminado número de personas. «Se trata de un ilícito grave remarcó y la sustancia incautada no es escasa». En cuanto al arresto domiciliario en la misma vivienda, manifestó que «si bien tengo en cuenta la situación y las medidas de protección de los niños, que deben criarse en un ambiente sano, con las sustancias al alcance de la mano de los niños, esto no se logra. No encontró viable conceder el arresto domiciliario, por lo que dictó 90 días de prisión preventiva para ambos, los primeros 30 en la comisaría de Minoridad para Tap y para Arener en la Alcaidía.