Causa Chaix: Doloroso testimonio de la mamá de Emiliano Chaix

En la audiencia del día martes  fueron varios los testimonios , el más conmovedor fue el de la señora Gloria Castillo de Chaix, la madre de Emiliano Chaix, Lugo fue el turno de  un amigo del joven Torrán, Alexis Paccot, y el de otro perito de parte ingeniero David Cabrera.

 

El primer testimonio de la jornada fue el  testimonio de la señora de Chaix, quien recordó que estaba en viaje para un torneo deportivo cuando el padre de Fiama le avisó que sus hijos habían sufrido un accidente. Relató que su hermana que estaba con ella les pedía que llevaran a Emiliano a un lugar donde lo atendieran bien, ignorando todavía que ya estaba fallecido. Con profundo dolor recordó que al regresar se enteró recién de la cruel realidad y repitió varias veces entre sollozos “no puedo creer lo que pasó”. En su relato entrecortado por el llanto manifestó que su hijo ocupaba un lugar importante, que era su sostén afectivo desde el fallecimiento de su esposo pues sus otros dos hijos viven en La Plata. Recordó los proyectos del joven, el apoyo que ella le brindó en todo momento, como lo ayudaba en los quehaceres diarios del negocio y las charlas que tenían cuando él llegaba de noche a dejarle la mantelería que ella lavaba. “Hablábamos largo rato, excepto cuando Fiama lo estaba esperando en el auto, porque yo tenía miedo de que los hubieran seguido para asaltarlos. Esperaba un robo pero nunca un accidente”. En cuanto a su estado de Salud manifestó que se aferra mucho a la fe, que reza, pero que todavía no tiene ganas de hacer las cosas que hacía antes. Alexis Paccot, amigo de Torrán, entre otras cosas relató que recibió la madrugada del accidente una foto de la camioneta chocada en su WhatsApp y un mensaje de su amigo diciéndole “se acabó la joda”, en referencia a una fiesta a la que tenían proyectado asistir al día siguiente en Colón.  Por  casi una hora el ingeniero David Cabrera, perito de tránsito en el Poder Judicial, hizo referencias a lo que pudo analizar en el lugar de los hechos. Sin ahorrar detalles técnicos y sus modos de realizar el trabajo en concreto, señaló que “por instinto natural es probable que la Renault Captur haya querido realizar una maniobra de esquivo”. Para Cabrera, la Renault lo hacía a 73 km por hora pero el Fiat bajó a 17 km por hora. De todos modos subrayó que la suerte de Chaix estaba echada: “A 73 km por hora no es una velocidad pequeña en una calle muy angosta, salvo un pequeño giro a la derecha o a la izquierda, muchas posibilidades no tenía de esquivarlo, y también las probabilidades para el conductor del Fiat son nulas”, pero no quiso diferenciarse demasiado del trabajo de sus pares y aseguró que, “hilando fino, de las tres personas que trabajaron, ninguna dijo disparates”. Para ser didáctico, mostró el siguiente cálculo: “A 73 km por hora implica que en un segundo recorre 28,20 metros. Es decir que para frenar necesitaba 30.40 metros, casi media cuadra”. A pesar de que en varias partes de su exposición el profesional remarcó que “hubo intentos de frenada”, sin embargo aclaró que “en los últimos tiempos con la aparición del sistema de frenos ABS complica los peritajes, porque suelen no quedar huellas”, y destacó: “Ni a mí, ni a mis colegas nos consta que esas huellas de frenada que había ahí eran realmente de esa Renault. No hay forma de saberlo fehacientemente. Pudo haber sido de otro vehículo”.

 

Ante la insistencia en la indagatoria de la defensa, Cabrera opinó: “No me sentiría cómodo conmigo mismo en decir que el señor Torrán siquiera tuvo la intención de frenar. Me basé en mi experiencia para hacer el informe, pero siempre sobre hipótesis”. “A un conductor estándar no le hace gracia impactar autos”, ironizó.