La Academia Americana de Pediatría dice que los mejores juguetes para los niños son los tradicionales, como muñecas, autitos, bloques, puzzles, libros, ya que despiertan la imaginación y la creatividad de los más pequeños. En momentos en los que la tecnología tiene una presencia importante en los hogares, tanto para grandes y chicos, la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) recomienda para estas fiestas optar por reglamos de juguetes tradicionales. Si bien no manifiestan un rechazo a la tecnología, consideran que esta no debe reemplazar al juego ni al tiempo que los adultos dedican a jugar con los más pequeños. En el nuevo informe la AAP hace recomendaciones sobre los mejores juguetes que se pueden comprar para bebés y niños pequeños dando mayor valor a lo tradicional que a lo digital. “Este informe aborda el cambio sustancial que ha habido en los juguetes en las dos últimas décadas, y el cambio sustancial en la percepción que los padres tienen sobre los juguetes”, dijo el Dr. Alan Mendelsohn, uno de los autores del informe. En los últimos años los juguetes tradicionales como las muñecas, los autitos, los puzzles, los bloques y las ceras han sido desplazados por los virtuales, desde juegos que se juegan en dispositivos móviles hasta animales parlantes que leen cuentos en voz alta. Algunos de esos juegos digitales, por ejemplo como los animales que leen, son catalogados como “educativos” y los padres los compran por ese sentido, pero Mendelsohn dijo que aunque un juguete digital podría ayudar a los niños a aprender una habilidad “limitada”, lo que los niños necesitan es un tiempo para jugar de forma incondicional. “Los juguetes son simplemente utilería que se puede usar para ayudar a los padres y a los niños a pasar juntos un tiempo de calidad”, agregó Mendelsohn que resaltó que lo importante es esa interacción humana. Para la AAP los juguetes más sencillos dan a los niños más libertad para usar su imaginación y creatividad, practicar la resolución de problemas, y aprender a interactuar con los demás. “El mayor aprendizaje de los niños pequeños ocurre mediante interacciones con sus cuidadores, y eso incluye leer juntos en voz alta”, dijo el especialista, que instó a no permitir que animales parlantes electrónicos asuman el rol de cuentacuentos de las personas. Mendelsohn aclaró que no quieren decir que el tiempo ante las pantallas y el contacto con la tecnología, con moderación, sea nocivo, “pero esos juguetes no deben reemplazar las interacciones con sus hijos”, dijo. los juguetes electrónicos o los videojuegos pueden ser demasiado estimulantes y dificultar la interacción social, asegura. También dijo que los bebés no tienen necesidad de pasar tiempo frente a pantallas, excepto para “hablar” con la familia por video. En ese sentido la AAP desaconseja el tiempo frente a pantallas para los niños menores de 18 meses de edad, y sugiere solo un uso muy limitado entre los 18 y los 24 meses, y siempre jugando junto a un adulto. Para los niños de 2 a 5 años, la AAP recomienda que los padres limiten el tiempo ante todos los tipos de pantallas (incluyendo la televisión, la computadora y los dispositivos móviles) a no más de una hora al día.