Los hermanos Nicolás y Próspero Bonelli realizaron declaraciones periodísticas en las que hicieron un balance de la última temporada del Turismo Carretera.
Admitieron que el objetivo era el de la clasificación a la Copa de Oro, aunque admitieron que hubieran querido meterse entre los tres primeros en alguna de las competencias. Hablaron sobre su primera experiencia con un auto de Chevrolet y además, adelantaron que ya se encuentran en reuniones y en el taller trabajando para presentarse nuevamente en la temporada 2019. El dúo de hermanos pilotos de Concepción del Uruguay brindó una entrevista en la que hablaron de todas las cuestiones inherentes a la temporada del Turismo Carretera que finalizó en San Nicolás con el campeonato de Agustín Canapino. Nicolás Bonelli fue el primero que tomó la palabra ante La Calle y explicó que el balance del equipo fue bueno en líneas generales. “Con mi auto siempre estuvimos competitivos y en la mayoría de las carreras nos pudimos mezclar con los de punta, que son autos y pilotos que giran bajo grades estructuras”, señaló. Valoró la clasificación a la Copa de Oro, algo que se les venía negando, y además sostuvo que pudo junto a su hermano poner en pista un Chevrolet, algo que no habían hecho nunca y que les significó un importante trabajo de adaptación. Como era de suponerse, señaló que lo más complicado fue la parte económica: “Nadie escapa a la situación del país, habíamos arrancado en nuestro equipo con los servicios de un buen ingeniero y lamentablemente no pudimos continuar con él. Hubo que reducir en otros gastos, así que con mucho esfuerzo de nuestros sponsors y el equipo llegamos a correr los dos todo el año”. A su turno, Próspero Bonelli indicó que el deseo de ellos era el de poder regalar a sus sponsors y equipo un podio: “Si bien teníamos como objetivo de equipo estar en la Copa de Oro y se logró, uno siempre quiere más y ese objetivo no se pudo lograr”. Luego manifestó que ya se encuentran trabajando en la temporada 2019: “Llegamos de San Nicolás y este lunes estábamos desarmando motores, sacando cajas y diferenciales para empezar a trabajar”. En ese sentido, añadió: “Estamos a pleno visitando sponsors actuales y empresas que nos han permitido reunirnos. Trataremos de juntar el mayor presupuesto posible para correr y poder seguir creciendo en nuestra estructura”. A continuación, definió: “Acá si dejás de invertir en los fierros y tecnología, quedás afuera” y añadió: “Sabemos de la situación actual de las empresas, es más, este año estuvimos a punto de parar uno de los autos, pero nuestra pasión nos lleva a movernos por todos lados, gente amiga nos va haciendo contactos con diferentes empresas para reunirnos y esperamos lograr el grupo de sponsors necesarios para que nos acompañen por nuevos objetivos”. Y tendrán dos meses para hacerlo, porque la principal categoría bajo la órbita de la Asociación de Corredores del Turismo Carretera (ACTC) volverá en febrero, siendo la sede de la primera competición el autódromo de Viedma, en Río Negro.