En el lapso de los últimos 45 días, un productor que tiene su campo sobre la Ruta 20, a metros del cruce con la Ruta 14, ha perdido 10 animales. Los dos últimos los encontró el sábado por la mañana, debajo de unos eucaliptos, totalmente descuartizados.
Se trata de dos novillos Hereford, uno Pampa negro y otro Pampa colorado, de 380 kilos, que tienen un valor de mercado de unos 20 mil pesos cada uno. Lo único que quedó de ellos fueron las cabezas, las patas y los órganos. A ambos los degollaron, pero del corazón de uno se descubrió que también había recibido un puntazo.
Los responsables de este robo se llevaron todo lo que tiene valor comercial, y sólo dejaron lo inservible de la faena. Entraron con una camioneta a través de una tranquera en la Ruta 20, levantaron alambrados y trabajaron con total impunidad, amparados por la oscuridad de la noche.
El damnificado es Ignacio Veronesi, que tiene los animales en el campo de su familia. Cansado de los reiterados episodios, opinó: «no veo solución, ni leyes que los mantengan detenidos hasta tanto averiguar lo que pasó». Trajo a la memoria lo ocurrido hace poco más de una semana en Pueblo Belgrano, con la detención de dos hermanos vinculados a hechos de abigeato, que tras el procedimiento fueron liberados y se inició una investigación por supuestos apremios ilegales contra el proceder del personal de la brigada de Delitos Rurales.
«Si yo los agarro acá los acabo», dijo el ganadero cansado de ser blanco de este tipo de delitos. «Te cansa que sean siempre las mismas personas y los jueces miren para otro lado, porque las leyes existen, pero como ellos no tienen nada y no tienen nada para ejecutarle, los jueces lo liberan», agregó.