Natación para bebés: 7 beneficios increíbles y a qué edad comenzar

Ver niños pequeños nadando es una explosión de ternura. Pero la natación para bebés, además de ser encantadora, tiene beneficios increíbles para ellos, aunque necesita de algunos cuidados. Mira cuáles son a continuación.

¿Cuándo pueden empezar a hacer natación los bebés?

Con autorización del pediatra, por lo general el bebé puede comenzar a hacer natación a los seis meses. En las clases, se los divide en grupos. De acuerdo con la profesora de educación física Paula Toyansk, gerente de natación de Bodytech, la división se hace según la edad del niño y las habilidades adquiridas. Los bebés están en el mismo grupo desde los seis meses hasta los dos años, siempre acompañados por un adulto de confianza (madre, padre, abuelos, etc.). El desarrollo del bebé se da por medio de la comunicación sensorial. La piel es el mayor canal de comunicación con el medio. Así, la manera en que los acompañantes estimulan al bebé a través del tacto, los mimos, su voz y su presencia en la rutina será de suma importancia para darle seguridad porque, como se lo transporta a un ambiente extraño, los padres estarán con ellos para darles seguridad física y emocional, además de una enorme sensación de bienestar», comenta.

Beneficios de la natación para bebés

Las clases de natación, en especial las dirigidas a niños, deben ser lúdicas y orientadas al placer, llenas de juegos y momentos de diversión. Esto, sin embargo, no anula sus beneficios, que son los siguientes. Control respiratorio, equilibrio, coordinación motora (rodar, gatear, caminar), noción de espacio, maduración del cerebro, capacidad de relacionarse en grupo, percepción de formas, colores, texturas y pesos. Aunque pueda parecer poco para los adultos, las clases de natación para bebés duran, en promedio, 30 minutos, el tiempo suficiente para que aprendan y gasten energía divirtiéndose. Una vez iniciadas las clases, para prevenir dolores de oído y resfriados, los acompañantes deben: cubrir las orejas del bebé con una gorra de natación, usar protectores de silicona en las orejas, evitar poner objetos que puedan lastimar el canal auditivo en las orejas, secar bien las orejas del bebé al final de la clase, llevar a todas las clases una bata con capucha (debe quedar al lado de la piscina para ponérsela al bebé ni bien salga),bañarse con agua que no esté muy caliente para evitar los golpes de temperatura, secar el cabello del bebé en la región cercana al oído, después de bañarlo, esperar un poco dentro del club para evitar el golpe de temperatura, en los días más fríos, ponerle al bebé una campera con capucha.