El pasado viernes 12 de Octubre las proteccionistas se reunieron con parte del Ejecutivo municipal, policía municipal y fuerzas de seguridad. El motivo de ella era socializar un Decreto para la (des) protección animal.
“Es una reunión de concertación” cita casi textual del Intendente. No existe un acuerdo cuando se presenta un Decreto que no admitió una corrección incluyendo sugerencias a ciertos puntos. Estas voces que opinaron para enriquecerlo, estas que ven la problemática desde el llano, desde el campo de acción, no fueron escuchadas, y por ende no fueron plasmadas en él. Solo se evidencia la pluma unilateral del que lo escribió quizá mirando bucólicamente desde su despacho a esta problemáticas que nos aqueja.
En tal escrito se atiende a reclamos como: mayor número de castraciones que nunca tendrían que haber dejado de ser parte de una política pública, de anexar a ese tercer veterinario que está plasmado en el organigrama. Estos son los puntos digamos “pulidos”. Los que urge y no están. En ningún momento se nombra a leyes, ni ordenanzas, ni decretos proteccionistas, que los hay. Si no existe una conciencia, una planificación y una estrategia detrás de esos considerandos o artículos, son solo palabras que decoran.
Algunos de Nuestros pedidos no contemplados implican ampliar la función a atención primaria de urgencias de animales recogidos en la vía pública/ vagabundos como así también atender estas problemáticas y otras más en horarios a la tarde. Presupuesto al área zoonosis hay.
Preguntas al Decreto son: ¿Dónde estarán esos animales secuestrados antes de definirse su situación de constatación de maltrato? ¿Hay un organismo de la Policía municipal encargado para estos casos de maltrato animal? No están ni pensado ¿El 103 realmente funcionará e irán los efectivos de tal policía para constatar dicho maltrato? Llame a tal número y denuncie un caso, y espere, espere y espere. ¿Un lugar seguro donde llevar a los animales secuestrados en ese lapso de tiempo hasta que migren a la Fundación? Han desaparecido mágicamente caballos de tal lugar los que vuelven con sus dueños misteriosamente, en algunos casos. ¿Cuáles son las diferentes áreas de la Policía Municipal que atenderán los reclamos y seguimiento? No existe estas áreas. ¿Cuál será las medidas de concientización y promoción de acciones tendientes al reemplazo de tracción a sangre? No supieron decirnos. Es más, el Secretario de Gobierno ostenta y sentencia que no saldrán nunca los carros del asfalto, contrariando el Decreto que el Dr. Lauritto escribió. ¿Cuál es el equipo de trabajo que diseñe un plan que incluya un registro de caballos? Sabemos que las acciones son verticalistas como la comunicación. No existe equipo de trabajo y desoyen sistemáticamente a esas Mesas de Trabajo donde puede existir una labor de consenso con las proteccionistas.
NO ADMITIMOS que ese animal secuestrado por maltrato animal – Ley penal 14.346- vuelva con su dueño maltratador. Va contra todo espíritu proteccionista que tendría, que tendría que tener esta norma legal pues éste alega que ese animal luego de un tiempo puede volver a él.
El pasado martes 16, integrantes de Ayuda Animal se reunieron con el Dr. Lombardi – Coordinador de Fiscales – y éste aduce que las problemáticas de esta índole tienen que resolverse desde el ámbito municipal, la esfera Judicial es la última opción con tintes penales. “Existen gestiones y mecanismos que se tienen que ocupar desde la municipalidad para dar una respuesta a esta problemática” Decimos BASTA al Ejecutivo municipal en querer tirar la pelota a otro lado. Necesitamos un Decreto de Protección animal y no un papel propagandístico. Escrito más práctico y expeditivos relacionado al tema tenemos, y ya cumplió 20 años de no llevarlo a la práctica. Necesitamos de una vez por todas se tomen decisiones, que las palabras y el compromiso adquiera el tamaño que detentan el rol que ocupan quienes la elaboran y no subestimen a la ciudadanía y a las proteccionistas como individuos de poca entendederas.
Mientas tanto los perros callejeros accidentados, esos que mueren atados a un palo mientras sus dueños lo miran indiferentes, cachorros abandonados producto de una falta de castraciones, accidentes protagonizados por carros, maltrato animal aplicado a los caballos carreros siguen coexistiendo con nosotros. Con o sin Decreto ésto seguirá pasando hasta que nuestros gobernantes se animen, no tengan miedo a un cambio, a ese “Cambio cultural” que tanto se alega. Y si tiene que ser parte de una acción de renuncia, esto habla también con mucho honor de un ser político.-