Tras los informes de los medios nacionales, que dieron cuenta de que el kilo de pan llegó a los 90 pesos, en Buenos Aires, se pudo conocer que en Concepción del Uruguay su valor se encuentra entre los 50 y los 70, según la ubicación del negocio.
Para el caso de Paraná, en una panadería alejada de la zona céntrica, el kilo de pan se comercializa a 50 pesos el común y a 60 pesos los otros tipos. Mientras que en Crespo, los mismos panaderos de la ciudad acordaron un precio único, también de 60 pesos. De acuerdo a los datos recabados, el principal problema que deben afrontar los comerciantes del rubro es el aumento de la bolsa de 50 kilos de harina, que pasó, en una semana, de los 640 a los 900 pesos. En marzo, la misma bolsa rondaba los 280. «Eso habla a las claras de un proceso inflacionario que se acentuó con el tiempo y que ya acumula más del 300 por ciento», afirmó un panadero de Concepción del Uruguay. Como dato ilustrativo, se supo que un negocio del ramo puede emplear desde 20 kilos hasta 20 bolsas de harina por día. Todo depende de la dimensión o magnitud del emprendimiento, el lugar en el que esté situado y el tipo de producción. Es más, según se anticipó, para los próximos días está prevista una nueva suba, del orden de entre un 25 y 40 por ciento, en la margarina y las materias grasas. Esos incrementos en los insumos hacen que la situación sea casi «insostenible» para los panaderos, ante la posibilidad de trasladar esos aumentos a sus productos. Pues, si lo hacen, corren el riesgo de no poder comercializarlos y, por consiguiente, de recuperar el dinero invertido en su fabricación.
Caída de las ventas
«Es imposible subir el precio del pan -el producto básico y de mayor demanda- el 100 por ciento y menos aún el 300», subrayó una de las voces consultadas. Según indicaron los comerciantes del sector, el propósito no es atentar contra los consumidores ni las ventas que, de por sí, cayeron sensiblemente en los últimos meses. El poco margen de ganancias, en el caso de que lo haya, resulta «insuficiente» para la toma de un crédito, cuyas tasas son hoy muy elevadas.