ONU alerta por los riesgos de no amamantar durante la primera hora de vida

Incluso un retraso de unas pocas horas después del nacimiento podría suponer una amenaza para la vida, advierte un informe conjunto de Unicef y la OMS. Alertó sobre la problemática de la tardanza en el inicio de la práctica al recordar que millones de bebés corren riesgo de vida por no ser amamantados en su primera hora de vida. Según un informe presentado en conjunto por Unicef y la Organización Mundial de la Salud, tres de cada cinco bebés nacidos en el mundo no realizan la práctica, lo que dispara los riesgos para su salud. La ONU calcula que en 2017 unos 78 millones de recién nacidos esperaron más de una hora para ser amamantados tras su nacimiento. En el informe los organismos consideran que es clave evitar retrasos en el inicio de la lactancia. “Cuando se trata de iniciar la lactancia materna, es fundamental hacerlo a tiempo. En muchos países puede llegar a ser una cuestión de vida o muerte”, expresó la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta H. Fore en un comunicado. El documento destaca que los recién nacidos que toman leche materna en su primera hora de vida tienen muchas más posibilidades de sobrevivir y registran menos problemas de salud a lo largo de su vida. Investigaciones citadas en el informe apuntan que los recién nacidos que comenzaron la lactancia materna entre dos y 23 horas después de nacer tuvieron un 33% más de posibilidades de morir que los que lo hicieron en la primera hora. Desde Unicef y la OMS recuerdan que el contacto piel con piel y la succión de la mamas favorecen la producción de leche materna y de calostro, la leche generada por la madre durante las primeras semanas de lactancia y considerada como una “primera vacuna” por su alto contenido en nutrientes y anticuerpos. Para dichos organismos mejorar las prácticas de lactancia podría salvar cada año la vida de más de 800.000 menores de cinco años. Entre las razones que explican la tardanza en el inicio de la lactancia citadas por el informe incluyen prácticas muy extendidas en algunos países como la de desechar el calostro y alimentar al bebé con distintos líquidos en un principio. Así como también el aumento en el número de cesáreas voluntarias y la costumbre de separar a la madre y el recién nacido que se sigue en algunos hospitales.