El viernes 27 de julio, aproximadamente a las 18:15, Giuliano Rosso, un joven de 19 años, salió de su trabajo -en una granja de la zona rural de San Marcial (Departamento Uruguay)- al encuentro de su papá, mientras se dispuso a hacer dedo, a la vera de la Ruta Provincial N° 20, donde ocurrió una verdadera fatalidad. El siniestro se registró a casi 300 metros al Sur del acceso de Líbaros. A pesar de los esfuerzos médicos tanto en Basavilbaso como en Concepción del Uruguay, lamentablemente se informó que ayer , poco después de las 17, se registró el deceso del joven. Giulano Rosso, de 19 años, caminaba -a unos 300 metros al Sur del acceso de Líbaros- por la banquina, luego de salir de su trabajo en una granja para encontrarse con su padre. Luego de que pasara un camión, el joven subió a la cinta asfáltica sin percatarse que de Norte a Sur se desplazaba otro camión guiado por un uruguayense que habría tratado de evitar al muchacho, lo que pudo hacer parcialmente, ya que el guardabarros derecho del pesado transporte golpeó a Rosso, pero no lo “expulsó” de la cinta asfáltica sino que lo desplazó hacia atrás y fue entonces que la parte posterior del camión golpeó la cabeza de la infortunada víctima.
El camionero logró detener su marcha a unos 250 metros, pero -debido a que la banquina estaba blanda- resolvió avanzar unos 300 más.
Cuando consiguió parar en un lugar que no presentara riesgo, se dirigió presuroso al lugar donde estaba Rosso, quien además fue socorrrido por personas que circunstancialmente pasaban por el lugar y que convocaron la presencia de una ambulancia.
Luego llegó el papá de la víctima, que se sumó a las tareas de socorro percatándose en momentos en que ya estaba en la ambulancia con su hijo herido.
En el hospital “Sagrado Corazón de Jesús” de Basavilbaso hicieron todo lo posible para que, a pesar del grave traumatismo de cráneo, con pérdida de masa encefálica, pudiera tener una chance en un centro asistencial de mayor complejidad.
Así se decidió trasladarlo hasta el hospital “Justo José de Urquiza” de Concepción del Uruguay, donde se hizo todo lo que se podía y Giuliano Rosso fue un “guerrero”, pero las lesiones eran de mucha gravedad y solo un milagro podía permitir que siguiera con vida, pero lamentablemente no ocurrió.Ayer, poco después de las 17, se informó oficialmente el deceso del joven.