Rocamora está entre los cuatros mejores equipos del país luego de vencer a Obras Sanitarias en tiempo suplementario por 82-79.
Premio al proyecto a largo plazo y al esfuerzo, el único representante entrerriano en la Liga Nacional Femenina sigue escribiendo historia. Si alguien merecía clasificar a la Final Four era Rocamora, un equipo humilde, pasional, con muchas ganas de superarse día a día, pero al que le faltaba la frutilla del postre a este proceso. Su entrenadora Laura González habla de esta merecidísima clasificación: “La tomamos como el premio a tanto esfuerzo, a tantas ganas de ganar. Este equipo no parece tener techo, porque a cada una que le toca entrar da lo máximo. Esta clasificación es no solo un logro deportivo si no personal de cada una, fue una progresión constante del equipo y sus ganas de triunfar”. Rocamora, fiel a su norte bien definido, apostó a un proyecto a largo plazo desde el comienzo del Torneo Federal Femenino. Un esfuerzo que se concreta con la clasificación a la Final. “Fue un logro de todos desde que iniciamos en el Torneo Federal. Aún recuerdo el día de la reunión en la cual los dirigentes me dijeron que iban a entrar, y mi respuesta fue que estaban locos. Ese fue mi último año dentro de una cancha, había sido especial personalmente (hacia poco había fallecido papá). Hoy les valoro aún más su decisión, su constancia y su convicción. Esto es un logro de ellos: de Javi, de Fer, de Pata, que llevaron adelante este proyecto de las jugadora,s que nos acompañaron y entendieron donde quería llegar con el básquet Femenino, es un mérito en conjunto donde todos somos importante no importa el lugar”. Dijo Laura González. Lali González, madre de cuatro hijos, sigue como hace 13 años creciendo junto al proyecto del básquet femenino del Tomás de Rocamora, convencida del potencial que tienen las jugadoras del club y de la ciudad, celebra que el básquet femenino siga creciendo cada día más. Esto quedó demostrado en los las Playoff en la gran cantidad de gente que acompañó tanto de local como visitante. Y una de las que la acompaña siempre es su mamá “Chiqui” Giqueaux, un emblema del básquet femenino del club, y “Lali” nos habla sobre ella. “Uffff imagínate, miles de palabras de agradecimiento hacia ella que fue el motor del básquet femenino del club por años. Imagínate también que estuvieron mi papá y mis abuelos, la carga emocional es muy fuerte para mí, pero trato de disfrutarlo al máximo porque esto es único e irrepetible, y no sé si se volverá a encontrar jugadoras y un grupo como este”.