Nahir Galarza mantiene su encierro en la Comisaría de la Mujer y no en una unidad penal de la provincia. Sobre ella -si bien está condenada en primera instancia- existe un dictamen de prisión preventiva porque se cree que si se le concede la libertad que debería tener hasta que el fallo quede firme, podría fugarse. Luego de seis meses de proceso, el jefe de Policía de Gualeguaychú, comisario Carlos Pérez, le requirió al Tribunal de Juicios que presidió Mauricio Derudi, la posibilidad de trasladar a Nahir Galarza a una unidad penitenciaria.
El pedido del funcionario policial estuvo principalmente fundado por una Acordada del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos dictada en 2015, que especifica que las personas a la espera de un juicio no pueden permanecer más de 30 días alojadas en dependencias policiales, porque no tienen las condiciones sanitarias y de seguridad suficientes.
Pérez también dio a entender que la presencia de Nahir Galarza en la Comisaría le insume a la Policía un aumento en la cantidad de personal y los esfuerzos por mantener su seguridad. l Tribunal analizó la solicitud de la Policía, pero la respuesta fue inmediatamente negativa.
Los magistrados pronunciaron que no era «aconsejable alejar a Nahir Galarza de sus familiares y de sus defensores» y se especificó que su presencia en la Comisaría no era peligrosa porque «en los seis meses que estuvo alojada nunca puso en crisis la seguridad».
En la Unidad Penal 6 hay lugar
Días atrás, poco después de conocerse el veredicto del Tribunal sobre Nahir Galarza, trascendió que el Servicio Penitenciario de Entre Ríos informó abiertamente que no había lugar para una nueva interna en el pabellón de mujeres de la Colonia Penal Nº9.
Días después, cuando coincidentemente la Policía solicitaba el traslado de la joven a una unidad penal y sin que el Tribunal de Gualeguaychú lo requiriera, el Servicio Penitenciario de Entre Ríos le informó a los magistrados que en la UP9 no había lugar, pero sí lo había en la UP6 y que no había impedimento para su alojamiento en esa cárcel, salvo los 230 kilómetros que separan a Gualeguaychú de Paraná, publica El Día.