Pasadas las 18 horas del domingo , se comenzaron a escuchar cacerolas en Urdinarrain. Vecinos autoconvocados se juntaron en Av. Libertad y Bv. Sarmiento para hacer sentir el reclamo por una ciudad más segura.
La profesora Liliana Broggi fue la primera oradora, quien aclaró que no era organizadora pero le preocupaba la situación. El sub jefe departamental de policía, Crio. Cristian Hormachea se acercó al lugar para repetir en parte lo que se había dicho en la reunión organizada días atrás por el municipio. Según indicó el funcionario “todos los días se refuerza Urdinarrain con motos, un móvil que llega de Gualeguaychú” y los uniformados correspondientes.
Entre los presente hubo varios damnificados que contaron lo que habían vivido. Hubo reproches repartidos entre aspectos locales y otros que exceden la localidad. Se habló de los que entran y salen, de la falta de malvivientes detenidos a pesar de estar identificados y la escases de policías.
Dentro de los aspectos que involucran al municipio se menciono que Urdinarrain es una de las pocas ciudades de la provincia que no tiene convenio con la policía para el proceso de retención de motos. Hubo quejas por los ruidos molestos y el manejo del juzgado de faltas.
Hormachea solo respondió a aspectos que involucran a la fuerza, señalando que los planteos sobre ordenanzas y otros aspectos municipales no le corresponden.