Hoy, viernes de la vigésima novena semana durante el año, se lee una carta de San Pablo (Romanos 7,18-25a) donde el apóstol dice: «Con mi razón sirvo a la ley de Dios, pero con mi carne sirvo a la ley del pecado»; y el evangelio de San Lucas (12,54-59) donde Jesús dice que así como se sabe interpretar el estado del tiempo por el aspecto de la tierra y del cielo, así también hay que saber interpretar los signos de los tiempos.
San Minato, mártir Era un soldado romano de la guarnición de Florencia. Cuando estalló la persecución contra los cristianos decretada por el emperador Decio, Minato se negó, como cristiano que era, a sacrificar a los dioses paganos, por lo que fue condenado a muerte el año 251. La ciudad de Florencia guardó el recuerdo de este santo mártir y le dedicó notables monumentos de arte, como la iglesia que lleva su nombre. Santos Crisanto y Daría, mártires El culto de estos santos mártires en Roma es muy antiguo.
Crisanto era hijo de un patricio romano. Daría era sacerdotisa de Minerva. Ambos se convirtieron al cristianismo y se unieron en matrimonio. Juntos convirtieron a muchos personajes de la sociedad romana. Por ello fueron denunciados y condenados a muerte. Hacia el año 263 murieron apedreados y sus cuerpos enterrados en la Vía Salaria. El papa San Dámaso escribió un epitafio para el sepulcro de los mártires.