Nahir Galarza podría declarar el jueves

En una nueva audiencia, una policía de la misma contextura física de Nahir Galarza aseguró no tener problemas para manejar la pistola 9mm. Además se debilitó el relato de la masajista que dijo haber visto moretones en la acusada.

La dinámica de un juicio es cambiante y los abogados mueven sus fichas según las necesidades de la estrategia. El claro ejemplo de ello es lo ocurrido con Yamina Kroh, la madre de la imputada, que concurrió a Tribunales a declarar y no la dejaron.

Su presencia no correspondía a otro motivo que no fuera su declaración ante el Tribunal. Sólo había concurrido al juicio en el primer día de audiencias, que no se le permitió el ingreso junto a su esposo porque ambos estaban citados a declarar como testigos, y hasta tanto no lo hicieran no podían estar presentes dentro de la audiencia.

Para la séptima audiencia se esperaba la presencia de ambos padres, pero pocos minutos después de arribar Nahir Galarza con la custodia policial, su madre llegó sola junto a la consultora técnica que realizó el informe sobre su entrevista psicológica que presentó en el final de la audiencia. Se le preguntó si iba a declarar y ella afirmó: «vengo a contar mi verdad».

Yamina Kroh se sentó a esperar el llamado a declarar que nunca llegó. Durante toda la mañana esperó acompañada por los testigos que fueron convocados por la defensa, entre los cuales estuvo presente la masajista que había testificado en la etapa investigativa sobre los moretones y marcas que notaba en el cuerpo de Nahir Galarza.

Luego, y ante la pregunta del periodismo, los abogados trataron de ocultar su verdadera presencia en los Tribunales y se alegó que había llegado para acompañar a su hija. Afirmaron que ella y su esposo Marcelo Galarza declararán el jueves y ese mismo día es posible que también lo haga su hija.

El tiro por la culata

La defensa volvió a insistir con el tema del arma y para ello llevó a la audiencia a la oficial Tamara Castro, que durante cuatro años prestó funciones en la Comisaría de Minoridad y Violencia Familiar. A esta joven policía le realizaron preguntas vinculadas a su función, pero principalmente al uso de armas de fuego por parte de una persona no instruida.

Castro refirió que, a pesar de tener la misma contextura física de Nahir Galarza, nunca tuvo problemas para manipular la pistola 9 mm que la Policía da a sus funcionarios y aunque reconoció que el arma tiene fuerza de retroceso «no es para tanto». «No se puede escapar el arma de la mano si está bien empuñada», reconoció.

El fiscal Lisandro Beherán interrogó un poco más sobre la utilización por parte de personas que nunca realizaron un curso o una instrucción. La Oficial indicó que con el acceso a la información que existe actualmente a través de internet, una persona cualquiera puede manipularla.