Triste y dura noticia que conmueve y pone de luto al básquet nacional. A los 90 años, falleció Oscar Furlong, uno de los jugadores más importantes de la historia de nuestro deporte.
Fue, quizás, la primera gran estrella de Argentina, y parte fundamental del recordado y brillante grupo que se consagró campeón del Mundial 1950 en el mítico Luna Park. De hecho, fue el jugador más valioso y el máximo anotador de la ronda final de aquel campeonato en Buenos Aires.
Furlong fue, sin lugar a dudas, un pionero en todo sentido. Por ejemplo, se desempeñó en la Southern Methodist University, de la División I de la NCAA (desde 1953 a 1956), y con lo aprendido logró introducir en el país el jump-shot.
Con la Selección Argentina disputó 49 partidos y anotó 600 puntos a lo largo de sus ocho torneos, lista que también incluye dos Juegos Olímpicos (1948 y 1952). Se retiró en 1957 después de la cruel e injusta suspensión de por vida que el Gobierno Militar le impuso su generación. Pero su excelencia quedó inmortalizada: en 2007 fue incorporado al Salón de la Fama de FIBA.