Hay muchas personas que consideran “exagerado”, “extremista” o “sólo escandaloso” cuando hablamos de la conexión entre maltratar animales y convertirse en una persona violenta. Es frecuente leer o escuchar frases como ‘son cosas de niños’ cuando se tratan estos sucesos.
Si bien es cierto que el hecho de maltratar un animal no es un indicador obligado de que la persona que lo hace será una persona violenta con otros seres humanos, el muy alto índice de personas que sí cumplen esta relación, debería ser suficiente para encender las alarmas. Especialmente cuando hablamos de niños y adolescentes, estos sectores de la población tan propensos a ser influenciados por los muchos factores que le rodean, y diseñar en esa etapa, la personalidad que les acompañará (y traerá éxitos o fracasos) el resto de su vida. Es cierto que, a veces, dentro de un juego, especialmente en grupo, algunos menores cometen actos lamentables, pero, advierten los psiquiatras y los criminólogos, otras “es una señal de alarma” que la gente no escucha.
Si interpretamos a “el corazón” como el conjunto de emociones que nos permiten o motivan a hacer algo (empatía), entonces sí, la persona que hace sufrir a un animal, tiene que haber roto una parte de esos lazos mentales, y eso, la aleja de la estabilidad, de la salud mental. No es mentalmente sano ver y oír sufrir a un animal sin sentir remordimiento. Es mucho más grave cuando no sólo no se siente eso, sino que además se disfruta lo contrario.
En los hogares donde hay violencia intrafamiliar, y hay mascotas, el maltrato animal es elevadísimo. Entre los atacantes, asesinos o violadores adultos, el porcentaje de ellos que empezó con animales, es muy alarmante. Para maltratar, mutilar y matar a un animal con plena consciencia de ello, se requiere desconectar un poco la parte cerebral que lidia con el BIEN y el MAL. No, no es normal que un niño vea sufrir a un animal y no se compadezca. Especialmente cuando ya han explorado el dolor en sí mismos, cuando ya son plenamente conscientes de lo que un golpe provoca en el cuerpo, del dolor que se siente al recibirlo (es decir, desde muy temprana edad) ya no debe ser natural que maten animales y lo disfruten.
Los niños que manifiestan conductas de crueldad hacia los animales suelen albergar opiniones elevadas de si mismo. Entienden que los animales son seres inferiores y maltratarlos satisfacen sus ansias de llenar su ego. De sentir superioridad o simplemente de canalizar unos impulsos agresivos que no pueden dirigir a otro ser vivió ya que podrían verse en una situación legal mucho más comprometida.
Aprovechando el vario legal respecto al tema, la incapacidad para defenderse y el anonimato, muchos futuros psicópatas, o simplemente individuos dan rienda suelta a sus instintos más bajos maltratando a animales. Piensan que son objetos de su pertenencia. Los animalistas más críticos concluyen que esta norma concreta la relación entre los animales y los seres humanos basándose sobre el concepto de propiedad, lo que en la práctica impide una protección real y efectiva a los animales. Como nos ocurre en habitualmente. No obstante lo anterior, la concepción de bienestar animal se encuentra extendida como una propuesta bioética en defensa y consideración de los animales como una conducta correcta de los seres humanos hacia la vida y el medio ambiente.
Países tan distantes y disimiles en su idiosincrasia, en su cultura como Chile, Colombia, Egipto, EE UU, Perú, Alemania, Bolivia, Suiza acuerdan en implementar castigos penales a los que maltratan a los animales y lo hacen efectivo. En E.E.U.U. las multas y penas son estrictas y contundentes pues alegan que un individuo que infringe castigos hacia un animal en un futuro será un potencial criminal. Argentina no está exenta de este marco proteccionista; tenemos la Ley 14346 que previene y castiga el maltrato animal.
Instamos a que en nuestra ciudad no se minimice, no se aborde con una lectura subjetiva la ley que los protege. Que no se alege que es algo cultural pues tal excusa es dejar a un lado esta problemática que nos aqueja a la sociedad. La vara de la Justicia tiene que ser ecuánime para todo individuo que no solo maltrate a un par sino que lo haga con un ser no humano.
Suplemento Trendy (Ayuda Animal)