Si bien aseguraron que estarían dispuestas a contener el costo elevado para evitar mayores conflictos, las empresas petroleras reconocieron que están evaluando la posibilidad de volver a aumentar el precio de los combustibles.
El incremento sería del siete por ciento, aunque hay quienes demandan que llegue a ser del diez. Los motivos del posible aumento se basan en la suba del costo del crudo y el incremento del dólar. «Puede pasar que haya un retraso, porque el Gobierno, que no debería intervenir, podría pedir que esperen un poco hasta que se tranquilicen las aguas y se termine la corrida cambiaria», dijo Guillermo Lego, secretario General de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines.
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