El Club Presbítero Andrés Zaninetti retomó este mes las actividades en todas sus áreas y desde el Centro Deportivo y Recreativo para Personas con Discapacidad no han sido la excepción. A propósito de esto, Natalia Carvajal, profesora que coordina las actividades, nos cuenta que “los chicos siempre están esperando el día para volver, es una actividad muy importante para ellos. Llegan contentos, se sienten libres cuando entran acá y nosotros tomamos los recaudos para que puedan jugar tranquilos”.
Carvajal es quien coordina las actividades desde hace 21 años. Pese a la dilatada trayectoria en la Institución, la docente destaca que “las expectativas son muchas como todos los años. Principalmente que puedan lograr lo que se proponen, les gusta jugar al básquet, vóley, fútbol… Queremos ayudarlos a que realicen sus propósitos. Tenemos pensado viajar a Paraná a devolverles la visita a “La Escuela de Amigos” del Club Talleres, fue una experiencia muy rica la del año pasado, esperamos poder concretarlo”.
Natalia recuerda los inicios en el club hace ya más de dos décadas, y destaca que “las caras con la que ellos vienen, la felicidad que traen nos motiva. Esa es nuestra expectativa, que puedan tener una mejor calidad de vida, desde lo cotidiano, andar por si solos en la calle, desarrollarse en cualquier ámbito, que se puedan movilizar libremente. Después si saben o no tirar al aro no nos modifica, si pueden embocar, mejor aún. Pero nosotros queremos que caminen, que salten, que jueguen, que rían, que no estén sentados y que puedan mejorar su calidad de vida”.
Todos los martes y viernes desde las 14 hs., personas con discapacidad se juntan en el Club Presbítero Andrés Zaninetti con la excusa de practicar deportes, aunque Natalia, y ellos, saben bien que los moviliza otra cosa. “Todos los años es un nuevo capítulo. Siempre vienen con una alegría, una sonrisa, noto que ellos ansían venir al club y para mí eso es suficiente, es muy gratificante”.