Transitando el segundo tiempo la final estaba igualada 1-1 y, cuando el elenco de «Las Achiras» sufrió la segunda expulsión de la noche, abandonó el campo de juego y se dio por terminada la misma. Peñarol es el legítimo campeón. Así debe considerarlo ya que mientras hubo partido, le jugó de igual a igual a un equipo que siempre despliega un alto nivel futbolístico. El esfuerzo colectivo del «churrinche» posibilitó que el encuentro fuera parejo y que no hubiera diferencia alguna desde lo futbolístico. De hecho el elenco dirigido por «Rata» Caraballo contó con varias ocasiones para ponerse al frente en el marcador por segunda vez, luego de que le empataran rápidamente en el comienzo del partido. Los goles fueron convertidos por Andrés Quiroga de cabeza para el de «Pueblo Nuevo» (gran jugada previa de Villoldo) y por Francisco Leonetti para los de Colonia «Las Achiras», en el arranque del partido que parecía fabuloso. Agustín Barreto había sido expulsado en el primer tiempo para Achirense. Promediando la segunda mitad, el árbitro César Barreto decidió expulsar a Brian Cáceres de Peñarol, quién le cometió «foul» a Pablo González, y a este último, por una reacción violenta y vehemente luego de la entrada de «perro». Así las cosas, el entrenador de Achirense tomó la decisión arbitraria de abandonar el terreno de juego junto a su equipo, con el pretexto de que «no quería que nos lastimaran jugadores». El encuentro no merecía un final como ese.
Nota completa edición papel