La Corte Suprema de Justicia de la Nación, ratificó la competencia de la justicia provincial en la causa donde se investigan malos tratos, torturas físicas y psicológicas a religiosas del Convento Carmelitas Descalzas de Nogoyá. De este modo, el fiscal Federico Uriburu no tiene obstáculos para elevar a juicio oral el expediente; y la madre superiora (Luisa Ester Toledo), imputada por privación de la libertad agravada, quedó a un paso del debate. El caso salió a la luz en agosto de 2016, tras una de las investigaciones periodísticas más importantes del último tiempo en la provincia, publicada por la revista AnálisisLuisa Ester Toledo, que dentro del convento utiliza el nombre de Madre María Isabel, está acusada por el delito de privación de la libertad agravada por el uso de violencia en perjuicio de dos novicias de la congregación.
El fiscal de Nogoyá Federico Uriburu abrió la causa a partir de una investigación periodística de la revista en la que se reveló que las monjas de clausura del convento debían autoflagelarse golpeándose con un instrumento parecido a un látigo, pero con puntas metálicas; utilizar un cilicio en las piernas, a veces durante varios días, como sacrificio; llevar una mordaza en la boca durante las 24 horas y por espacio de siete días, para cumplir un voto de silencio; y el escarmiento por no cumplir con las “reglas” de la congregación era imponerles una dieta de pan y agua durante una semana.
Sin embargo, la justicia federal y la justicia provincial rechazaban ejercer la investigación del caso y, entonces, el asunto fue derivado a la Corte Suprema, a raíz de lo que se denomina un conflicto negativo de competencia.