En la madrugada de este viernes, aproximadamente a las 3:45, la Policía fue alertada mediante un llamado telefónico del accionar sospechoso de tres personas que habían entrado al perímetro cerrado del frigorífico avícola de la ciudad del riel, emplazado en el extremo Este, y que los mismos no contarían con autorización para estar allí.
Pocos minutos después llegó a la zona una patrulla la que no tardó en localizar a las tres personas, pese a que intentaban ocultarse en la oscuridad. No obstante la voz de alto que dieran los funcionarios policiales los sospechosos intentaron escapar del lugar, lo que no lograron al ser aprehendidos por los funcionarios que los trasladaron a la sede de la Comisaría, allí constatarían que dos de los sujetos eran menores de edad, y uno de ellos -de 15 años- siendo «noticia» con frecuencia por sus reiteradas participación en delitos contra la propiedad, el más reciente fue hace una semana siendo registrado por cámaras de seguridad, cuyas imágenes se viralizaron rápidamente.
La Policía dio inmediata intervención al área de Protección de Derechos del Niño y la Mujer del municipio de Basavilbaso, presentándose la Promotora de dicha Área, a través de la cual se procedió a la restitución de los menores a sus progenitores y en un caso debiendo la policía trasladar al joven hasta su domicilio ya que su madre se negaba a acercarse a la comisaría.
Entre tanto el mayor de 38 años y oriundo de Rosario y habría estado viviendo en el interior de un automóvil en el barrio Estrada, a pocos metros del frigorífico. Conociéndose en las últimas horas que sumamente molesto por su aprehensión amenazaba a los policías con denunciarlos por apremios, llegando al punto de manifestarle -ante el médico en turno del hospital público «Sagrado Corazón de Jesús»- de que tenía dolores muy fuertes a raíz de las lesiones internas que le habían provocado, lo cual no pudo ser corroborado por el médico ni por el diagnóstico por imagen.
«Ya te voy a encontrar en la calle a vos y te voy a matar», se le escuchaba vociferar al sujeto por los pasillos del hospital. «No me tiembla el pulso si les tengo que pegar un corchazo a ustedes hijos de puta», gritaba generando lógicamente mucho malestar en el centro asistencial.
Las amenazas del sujeto incluyeron promesas de muerte para uno de los funcionarios y su familia, aclarando que el «trabajito» lo haría «gente de Rosario». Tras informar a la Fiscalía fue derivado a la comisaría Primera de ciudad donde quedó a disposición de la causa.