Desde las 8.30 del lunes, comenzaron los trabajos de exploración y excavaciones en dos puntos de la estancia la Candelaria a fin de tratar de aclarar qué pasó con los integrantes de la familia Gill desaparecida el 13 de enero de 2002.
«Esta es la medida que hemos dispuesto en función de haber entrevistado a una persona que nos señaló dos puntos determinados dentro del predio. El primero es un pozo de agua y el segundo es un punto sobre el arroyo. Es un lugar que entendemos que no ha sido rastrillado antes», indicó el juez de transición y garantía de Nogoyá, Gustavo Acosta.
En la primera jornada se secuestró un hueso de unos 10 centímetros que se analizará para saber primero, si corresponde a una persona o a un animal, y luego si se avanza, verificar de quién podría ser.
Luego, el martes, se hallaron huesos más pequeños dentro del pozo de agua que se está inspeccionado. «Se encontraron unos restos pero no sabemos bien si son de ellos o no», confirmó la suegra de José «Mencho» Gill, María Delia, en diálogo conElonce TV.
Este jueves, en el cuarto día de excavación, se encontraron más de 10 huesos en el mismo lugar: serían todos pequeños. Como finalmente no llovió, los trabajos se llevaron a cabo con normalidad.
En ese sentido, los investigadores se mostraron cautos y esperan los resultados de las pericias.
«Agotaremos estas medidas que tienen que ver con la excavación en dos puntos del predio, que fueron señalados oportunamente por una persona que entrevistamos«, indicó Acosta. Enseguida dijo que «una vez agotada esta medida, seguiremos con otras que probablemente tengan que ver con otros datos respecto del predio, para continuar con el trabajo», indicó el juez a Elonce TV.