Recortes de cuero, provenientes presuntamente de una curtiembre, estarían siendo arrojados en la cava de un terreno ubicado en el camino viejo, entre las calles Primeros Colonos y Yapeyú (a escasos metros de la Escuela Tierra del Fuego, en una zona de densa vegetación de la Colonia San José).
Tras la denuncia, se solicitó una orden de allanamiento, que fue efectuado horas más tarde por el fiscal Alejandro Perroud y personal policial de Investigaciones y la Sección Criminalística, a fin de constatar la existencia de los residuos.
Se tomaron fotografías y se levantaron muestras del material (recortes de cuero, incluso guantes enteros), como así también de tierra y agua del lugar, los que fueron enviados para peritar y determinar el grado de toxicidad y las consecuencias que pueden ocasionar.
Se trata de una cantidad importante de desechos que desprenden un olor químico intenso.
Desde la fiscalía se inició una investigación para establecer si se trata de sustancias tóxicas y determinar posibles responsabilidades penales que pudieran corresponder en el marco de la ley 24.051 de residuos peligrosos, que prevé penas de entre 3 y 10 años de prisión al que, «utilizando distintas clases de residuos tóxicos, envenenare, adulterare o contaminare de un modo peligroso para la salud, el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general».