Tras la inauguración, en 2003, el número de muertes en accidentes viales ascendía a 45 personas a mayo de 2015. A los que ahora se suman las cinco víctimas mortales de este domingo.
Ya durante su construcción, sobrevino la fatalidad: tres trabajadores murieron a lo largo de los seis años que se extendió la obra, entre 1997 y 2003. Un operario de nacionalidad boliviana falleció cuando se le cayó encima una malla de contención. Un trabajador entrerriano de apellido Spinetti, de 29 años, murió aplastado por un tractor que estaba en pendiente y se le zafó la traba. Y un soldador, Enrique Bauer, trabajaba en altura sin estar atado y cayó al río sin casco ni chaleco salvavidas.
La muerte de Bauer causó un paro al que adhirió la totalidad de los 130 trabajadores de la megaobra, en reclamo por medidas de seguridad. La empresa fue condenada en la Justicia y debió indemnizar a la familia del soldador con 200.000 pesos.
Tras la inauguración, en 2003, el número de muertes en accidentes viales ocurridos sobre la traza del enlace de 59,4 kilómetros crece a ritmo sostenido. Este domingo, cinco fallecimientos se sumaron a una lista que a mayo de 2015 ascendía a 45 personas, según información que difundió por entonces la ONG Puente Estrella, que pinta estrellas amarillas en puntos donde se registraron muertes en siniestros viales, como manera de reclamar justicia.
Mariana Sena, fundadora de Puente Estrella e integrante de la ONG Compromiso Vial, explicó por entonces a medios de Rosario: “El problema es que nunca se cumplió la promesa de la construcción de las dos trazas y el puente tiene muchas fallas en cuestión de seguridad. Son 60 kilómetros y una parte atraviesa el segundo río más caudaloso de Latinoamérica. En realidad, son 12 puentes que no tienen banquinas que forman una ruta muy irregular con curvas y contra curvas, a lo que se suman cuestiones climáticas que lo hacen muy peligroso porque es una zona muy húmeda. Es muy riesgoso también porque conviven camiones de porte muy grande, que en muchas ocasiones transportan sustancias explosivas, ya que no pueden pasar por el túnel subfluvial, con autos comunes”, detalló.
Otra de las cuestiones que denuncian las ONG que trabajan en el tema es la ausencia de planificación de puestos sanitarios y hospitales de complejidad en las cabeceras de la conexión, carencia que se evidencia especialmente del lado entrerriano. Al hospital de mediana complejidad Fermín Salaberry, de Victoria, según su director, Edgardo García, “llegan dos o tres personas por semana que han sufrido algún tipo de accidente en el puente”.
“Pintar las estrellas y colocar los carteles con la señalética de las estrellas amarillas es también una tarea de intensa investigación de cruce de datos, ya que actualmente no existen datos oficiales de cuántas son las personas fallecidas a causa de siniestros viales desde su inauguración hasta hoy”, aseguran desde Puente Estrella.