El lunes 13 iniciará en los tribunales de Paraná, el juicio al cura Justo José Ilarraz, acusado por siete casos de corrupción y abuso de menores cuando ejercía como prefecto de disciplina en el seminario arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, entre 1985 y 1993, establecimiento en el que eran pupilos niños de entre 10 y 14 años. Si bien no está definido, en la etapa de los alegatos la fiscalía y las querellan van a reclamar penas superiores a los 25 años de cárcel.
Es un juicio lleno de polémicas y medidas dilatorias que derivaron en la intervención de toda la estructura judicial de la provincia de Entre Ríos, de Casación a nivel nacional y ahora se espera la definición de la Corte Suprema de Justicia para establecer si la causa está o no prescripta, tal cual sostiene la defensa del cura.
El debate será a puertas cerradas, y es el segundo que se sustancia a un religioso en Entre Ríos por abuso y corrupción de menores, ya que por la misma situación fue condenado a 25 años de prisión efectiva el cura Juan Diego Escobar Gaviria, de Nogoyá.
Al sacerdote, a quien se juzgará en la causa caratulada «Ilarraz, Justo José s/promoción a la corrupción agravada», se lo acusa de haber abusado de siete adolescentes, de entre 10 y 14 años, que cursaban el ciclo básico como pupilos en el seminario menor, un colegio orientado al sacerdocio.