Pese a que cualquier tapón arrojado al agua cumplirá inexorablemente la ley de flotación, que Arquímides enunció varios siglos antes de Jesucristo, el corcho ha ganado confianza en la política concreta, para ejemplificar la permanencia a flote, pese a los sucesivos cambios de corriente y la conformación forzada de algunas tempestades. Esta semana, un grupo de curas, agrupados
por el Padre Pepe, en torno a la figura del mítico cura Mugica, efectuó un pronunciamiento de apoyo a kirchnerismo y sus obras, destacando el sesgo de la lucha contra la pobreza.
Resulta llamativo que estos jóvenes militantes de la Teología de la Liberación, se sumen a la cruzada de utilización de Mugica, iniciada con la sobreactuación del líder montonero Mario Firmenich, que eligió a Mujica para bendecir la ceremonia de su casamiento en los años setenta y continuada por estos días por los restos de la tendencia. Para recordar, debemos decir que Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe nació en Buenos Aires, el 7 de octubre de 1930, es decir, hubiera cumplido esta semana 83 años.
Fue el tercero de los siete hijos del matrimonio formado por Adolfo Mugica (exdiputado conservador del período 1938-42, y ex-ministro de Relaciones exteriores del presidente Arturo Frondizi en 1961) y Carmen Echagüe, hija de terratenientes adinerados de Buenos Aires. El 11 de mayo de 1974, el cura villero cumplió con algunas de sus rutinas habituales. A las ocho y cuarto de la noche, después de celebrar misa en la iglesia de San Francisco Solano situada en la calle Zelada 4771, en el barrio de Villa Luro, se disponía a subir a su Renault 4-L, cuando alguien bajó de un auto y le pegó cinco tiros en el abdomen y en el pulmón.
Una semana antes, su figura apareció en una foto que acompañaba la columna «Cárcel del pueblo», de la revista Militancia, dirigida por Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde. De ahí en adelante, fue difícil despejar del horizonte la idea sobre la responsabilidad de Montoneros en el crimen de Mugica. Hace unos años, el veterano dirigente peronista, Antonio Cafiero, confirmó la hipótesis en televisión, por lo que la remembranza del Padre Pepe, una especie de Mugica producto del caleidoscopio peronista, es al menos una exageración. Pero parece que todo puede ser posible cuando la situación obliga a echar el resto.
Una ayudita de mis amigos
Representantes de las principales exportadoras de cereales, entre ellas Cargill y Bunge, se reunieron esta semana con autoridades del Gobierno para confirmar la adquisición del Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade). Cada una de ellas hará un aporte de 200 millones de dólares, solicitado para fortalecer el bono. Según los especialistas, no hay coincidencia sobre qué hacer con el Baade, ya que las dos exportadoras mencionadas llevan la voz cantante del sector. Ambas integran el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), junto a cooperativas como Agricultores Federados Argentinos (AFA) y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), con sede en nuestra ciudad y lazos estrechos con la Intendencia local.
AFA colocaría 1 millón en el bono, mientras que ACA todavía no definió su postura Con este aporte, las multinacionales cerealeras y sus socios arrimarán más de u$s500 millones en la compra del bono, cuando a la fecha se suscribieron cerca de u$s560 millones, con la petrolera argentina Bridas, que acordó algunas modificaciones a las condiciones de emisión que incluyen la eliminación del impuesto al cheque y del encaje de 15% de los fondos en el BCRA y la posibilidad de utilizar el título para destinarlo a inversiones en el área energética para asociarse con YPF. Bridas, encabezada por los hermanos Alejandro y Carlos Bulgheroni, proyecta una inversión en hidrocarburos no convencionales en la formación Vaca Muerta.
Los representantes de los principales bancos nacionales reunidos en Adeba habían comprometido aportes por u$s500 millones al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, pero ahora pidieron algunas condiciones y estarían renegociando el monto. El Banco Patagonia daría u$s50 millones, los bancos Galicia y Macro comprarían u$s100 millones, pero este último habría cambiado su postura. Por su parte, los bancos extranjeros como el Santander Río, el BBVA Francés, el HSBC, el Citi y el chino ICBC que habrían comprometido unos u$s250 millones, ahora se muestran reacios.